En plena canícula, el periodo del año en el que tradicionalmente se registran las temperaturas más altas, España está experimentando un alivio térmico. Desde el pasado viernes, muchos territorios del país han visto cómo los termómetros se han moderado. Han ofrecido un respiro más que bienvenido a quienes no llevan bien los rigores del verano.
Aunque estamos entrando en una de las semanas más calurosas del calendario estival, lo cierto es que, en general, las temperaturas están siendo contenidas. Este comportamiento atípico para finales de julio ha sido especialmente perceptible en amplias regiones del interior y del norte peninsular.

El Mediterráneo, la excepción… por ahora
Sin embargo, no toda España está disfrutando de este deseado alivio. En la vertiente mediterránea, el calor y el bochorno han seguido muy presentes durante el fin de semana y el arranque de la semana. Las altas temperaturas diurnas y las mínimas elevadas durante la noche han mantenido el ambiente cargado y difícil de soportar.
Pero hay buenas noticias en el horizonte. Mario Picazo ha confirmado que esta situación está a punto de cambiar. En el Mediterráneo el calor y el bochorno continúan, aunque, dice Picazo, que a mediados de semana con las nubes y las tormentas "podría refrescar lo suficiente para restar algunos grados a los termómetros".

Lunes más fresco en buena parte del país
Este lunes, salvo en algunas capitales del sur y del este, las temperaturas máximas se quedarán por debajo de los 35 °C. En muchas provincias del interior, del norte y del oeste peninsular, los valores se moverán entre los 25 °C y los 30 °C, cifras mucho más llevaderas para esta época.
Además, las noches también están siendo más frescas. Salvo en áreas costeras del Mediterráneo y en Canarias, no se esperan noches tropicales, dice Mario Picazo, lo que permitirá descansar mucho mejor.

Martes de contrastes: alivio también en puntos del Mediterráneo
El martes, algunas capitales del interior sumarán algunos grados, con máximas que podrían alcanzar entre los 30 y 35 °C. No obstante, en el Mediterráneo por fin se comenzará a notar una ligera bajada de temperaturas diurnas. Especialmente por la aparición de nubes y tormentas que podrían refrescar el ambiente.
Mientras tanto, en el sur, los valores extremos no desaparecen del todo. En ciudades como Córdoba, los termómetros podrían acercarse de nuevo a los 40 °C, lo que mantendrá los avisos activos en varias provincias por calor intenso.