Chase Bank ha dado un gran paso al lanzar una cuenta que muchos padres estaban esperando. Se trata de la Chase High School Checking, una cuenta bancaria diseñada especialmente para adolescentes, pensada para enseñarles a manejar su dinero desde jóvenes.
Esta cuenta es un verdadero guiño a los padres, que ahora tienen una herramienta segura y educativa para preparar a sus hijos para el futuro. La cuenta Chase High School Checking está pensada para adolescentes, pero siempre bajo la copropiedad de un adulto.
Chase Bank tiene la cuenta que necesitan tus hijos: $0 de cargo mensual
Es decir, el padre o tutor legal estará también en la cuenta, pudiendo supervisar y guiar el uso del dinero. Esto es clave para ayudar a los más jóvenes a desarrollar buenos hábitos financieros sin perder el control como padres.

Una de las mejores ventajas de esta cuenta es que tiene $0 de cargo mensual, siempre y cuando se cumpla la condición de estar vinculada a una cuenta corriente del adulto. Así, no hay sorpresas ni comisiones que compliquen su uso.
Además, permite el acceso a Zelle, la popular plataforma para enviar y recibir dinero al instante. Esto es perfecto para que los adolescentes aprendan a gestionar sus ingresos o recibir apoyo económico de sus padres de forma rápida y sencilla.
La mejor opción para tener una base en educación financiera: Chase High School Checking
En comparación con otras cuentas para jóvenes, esta de Chase Bank destaca por ser una de las más completas y flexibles. Los adolescentes pueden usar la tarjeta de débito sin riesgos, consultar su saldo en la app de Chase y aprender cómo funciona el mundo bancario.

Los padres, por su parte, pueden revisar los movimientos y estar siempre al tanto del uso que hacen sus hijos del dinero. Todo esto convierte a esta cuenta en la mejor opción para empezar a construir una base sólida en educación financiera.
Así puedes abrir esta cuenta de Chase: casi sin enterarte
El proceso para abrir esta cuenta es muy fácil. Solo hace falta que el adolescente y el padre (o tutor legal) acudan juntos a una sucursal de Chase Bank o lo hagan por internet si ya son clientes.
El menor necesita tener entre 13 y 17 años, una identificación válida (como una tarjeta de estudiante o pasaporte) y el adulto debe tener una cuenta corriente con Chase. Una vez verificados los datos, la cuenta se activa rápidamente y se entrega una tarjeta de débito personalizada para el joven.
Miles de familias en Estados Unidos ya están viendo el aplauso generalizado por esta iniciativa. Con esta cuenta, Chase Bank no solo ofrece un producto bancario, sino también una herramienta educativa. Preparar a los hijos para su independencia financiera empieza por decisiones como esta.