Tener un bebé en casa cambia la vida de cualquier familia. Son semanas de alegría, emociones y también de muchos trámites. Entre tantos papeles y gestiones, hay un detalle que no se puede pasar por alto.
En Estados Unidos, el número del Seguro Social es una pieza básica. La SSA recuerda que no solo sirve para trabajar. También lo necesitarás en múltiples gestiones del día a día de tu hijo.
Lo que dice la SSA sobre el número del Seguro Social
El aviso oficial de la SSA de Estados Unidos es claro. Recomienda solicitar el número del Seguro Social de tu bebé cuanto antes. Es un documento importante que acompañará a tu hijo toda la vida.

Lo habitual es pedirlo en el mismo hospital tras el nacimiento. En ese momento, se completa el registro de nacimiento y se solicita el número al mismo tiempo. Este paso ahorra tiempo y evita olvidos más adelante.
Si decides hacerlo después, también es posible. Pero tendrás que acudir a una oficina de la SSA y presentar documentos adicionales. Eso alarga el trámite y puede generar demoras innecesarias.
Cuánto tarda y por qué no conviene aplazarlo
Según la SSA, el número del Seguro Social de un bebé suele tardar entre 1 y 6 semanas en llegar. El tiempo depende del estado y del volumen de solicitudes. Lo cierto es que no es inmediato, pero tampoco excesivo.
El problema aparece cuando los padres dejan el trámite para más adelante. Sin este número, el niño no puede ser reclamado en la declaración de impuestos. Tampoco se puede abrir una cuenta de ahorros a su nombre ni acceder a ciertos beneficios.

Un documento clave en la vida del bebé
El número del Seguro Social es mucho más que una cifra. Es un documento importante que se necesitará en su educación, en su acceso a la sanidad y en su futuro laboral. Incluso puede ser clave para obtener beneficios del Gobierno.
La SSA explica que tener este número cuanto antes evita complicaciones. Además, reduce el riesgo de perder plazos o de no poder acceder a ayudas en tiempo y forma. Los tips básicos son claros: hazlo pronto, guárdalo bien y evita descuidos.
En Estados Unidos, cada bebé entra en el sistema de forma oficial con este número. Es un trámite sencillo, pero de gran trascendencia. Los expertos y los propios padres que ya han pasado por ello confirman que vale la pena hacerlo al instante.

