El Gobierno juega un rol clave en la fijación del salario mínimo, un mecanismo esencial para proteger a los trabajadores con ingresos bajos. Este 2025, más de 800.000 empleados en Estados Unidos verán un incremento en su salario mínimo a partir del 1 de julio.
Esta medida se ha conseguido gracias a decisiones tomadas por diferentes gobiernos estatales y municipales. De hecho, desde este mismo mes, nada menos que 15 estados y ciudades implementan nuevas cantidades. Estas son las que beneficiarán a cerca de un millón trabajadores estadounidenses.
El Gobierno sube el salario mínimo en varios estados
Entre los estados y ciudades más destacados está Alaska, que sube de 11,91 dólares a 13 dólares/hora. En el caso de Oregón, pasa de 14,70 a 15,05 dólares/hora, con diferencias entre zonas urbanas y rurales. Por su parte, Washington DC aumenta de 17,50 a 17,95 dólares/hora.

Además, 12 ciudades de California, Illinois y Maryland elevarán también sus incrementos. En California, por ejemplo, San Francisco y Berkeley alcanzarán los 19,18 dólares/hora. En Chicago, por su parte, el salario mínimo subirá a 16,60 dólares la hora.
Aunque el salario mínimo federal estadounidense (7,25 USD/hora) no ha cambiado desde 2009, los gobiernos locales —estatales y municipales— han aprobado aumentos automáticos indexados a la inflación o por vía legislativa.
Impacto de esta medida en el Gobierno y la economía
Para el Gobierno y la economía, estos ajustes tienen beneficios claros. Por ejemplo, supone una mejora del poder adquisitivo en un sector vulnerable, así como la reducción de la desigualdad, al fortalecer los ingresos más bajos. Además, fomenta el consumo local, ya que al cobrar más, los trabajadores gastan más en sus comunidades.

Según el Economic Policy Institute, los trabajadores de Alaska, Oregón y Washington D.C. verán una ganancia media anual de entre 400 y 900 dólares por persona. Esto supone un avance significativo para quienes viven con sueldos mínimos.
El Gobierno estatal y municipal ha tomado medidas importantes para elevar el salario mínimo a partir de julio de 2025. Esta decisión es una muestra clara del papel fundamental que juegan las autoridades locales para mejorar la situación económica de los trabajadores. Con más de 800.000 beneficiados, la medida refleja una política pública efectiva para reducir la brecha económica y fortalecer el tejido social.