El final del verano llega con sorpresa meteorológica. Regresa la nieve en España en cotas altas justo en la jornada de transición entre verano y otoño. Según confirman desde eltiempo.es, el país pasará del calor veraniego a un ambiente plenamente otoñal en apenas 72 a 48 horas, según la zona.
El desplome de las temperaturas, unido a la llegada de precipitaciones, abrirá una pequeña ventana para ver copos en montaña. Especialmente en Pirineos y cordillera Cantábrica.

Este domingo: primeros copos testimoniales en la Cantábrica
La caída térmica se hará visible ya este domingo. Habrá un descenso notable de los termómetros y un cambio de masa de aire que favorecerá la aparición de nubes más activas en el norte.
A últimas horas, los modelos sugieren que podrían asomarse algunos copos en las zonas más altas de la cordillera Cantábrica. Serán apariciones puntuales, ligadas a chubascos residuales, y muy dependientes de la intensidad y persistencia de las precipitaciones.
Lunes y martes: la probabilidad de nieve sube en Pirineos
El lunes será el día clave. La irrupción de aire más frío alcanzará de lleno a los Pirineos, coincidiendo con bandas de precipitación que incrementarán la probabilidad de nieve en cotas altas.

En este escenario, el contraste con las jornadas previas será llamativo: de máximas aún veraniegas, a un ambiente frío en altura capaz de blanquear cimas de forma débil y esporádica. También podrían repetirse nevadas muy residuales en la Cantábrica, pero con menor continuidad y extensión.
Durante el martes podría reproducirse el patrón. Bajas temperaturas en altura y precipitaciones intermitentes permitirían nuevos episodios de nieve en alta montaña pirenaica.
En cualquier caso, las previsiones coinciden en que se tratará de nevadas testimoniales. Los acumulados no superarían los 2 a 3 centímetros, limitados a las cotas más elevadas. Casi con total seguridad, por encima de los 2800 metros. Es decir, un blanqueamiento efímero más que un episodio invernal consolidado.

Un salto estacional comprimido
El retorno de la nieve en España aún en verano astronómico ilustra lo brusco del cambio. En pocas horas pasaremos de hablar de bochorno y estabilidad a un tiempo otoñal con chubascos, viento y termómetros contenidos.
La clave estará en la entrada de una masa de aire más fría. También en la dinámica de frentes que barrerán el noroeste hacia el este. Estos enfriarán primero las montañas del norte y dejando después un ambiente mucho más fresco en el resto.
Quien planifique actividades de alta montaña en Pirineos o Cantábrica entre domingo y martes debe considerar la situación. Se darán condiciones cambiantes, visibilidad variable y posibles placas en cotas altas por esa fina capa de nieve.

