España afronta estos días una de las olas de calor más persistentes del verano. Desde el pasado domingo, las temperaturas extremas se han instalado en prácticamente todo el país, dejando jornadas sofocantes y noches tropicales que impiden el descanso. Y aunque el alivio parece acercarse, todavía quedan días por delante de calor intenso.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha confirmado que este episodio de calor extremo se prolongará, al menos, hasta el miércoles 13 de agosto. Según sus previsiones, a partir de ese día aumenta la incertidumbre meteorológica, pero el escenario más probable apunta a descensos de temperatura, especialmente en la mitad occidental peninsular.

Este enfriamiento sería progresivo y podría intensificarse en jornadas posteriores. Sin embargo, la AEMET advierte que el miércoles todavía registrará temperaturas anormalmente altas, lo que significa que el episodio de ola de calor seguirá activo hasta, como mínimo, esa fecha.
Jueves: calor, pero sin ola
En su nota más reciente, el organismo meteorológico ha ido un paso más allá y ha planteado que a partir del jueves 14 podría iniciarse un descenso térmico más generalizado. Esto no significará el fin del calor, sino que las máximas dejarían de alcanzar los umbrales que definen una ola de calor, reduciendo así la intensidad del episodio.
De confirmarse esta evolución, el jueves seguiría siendo una jornada calurosa, pero ya fuera del rango de excepcionalidad térmica que se ha vivido en los últimos días.

Persistencia y riesgo para la salud
La prolongación de esta ola de calor, que acumula ya varios días consecutivos, supone un desafío para la salud pública. Las altas temperaturas continuadas pueden provocar deshidrataciones, golpes de calor y agravar patologías previas. Las autoridades sanitarias insisten en hidratarse con frecuencia, evitar la exposición al sol en las horas centrales y prestar especial atención a niños, personas mayores y colectivos vulnerables.
Este año, el calor ha llegado acompañado de mínimas muy elevadas. Es algo que ha dificultado el descanso nocturno en muchas zonas, y de máximas que han superado ampliamente los 40 ºC en puntos del sur y el interior.

A pesar de las buenas perspectivas para la segunda mitad de la próxima semana, la AEMET recuerda que las previsiones actuales son a medio y largo plazo. Por tanto, sujetas a cambios. Será necesario seguir las actualizaciones oficiales para confirmar si el alivio térmico se mantiene en los pronósticos o si la ola de calor decide extenderse unos días más.
Y lo que es más importante, por ahora, España todavía deberá aguantar varios días más de calor extremo antes de vislumbrar un respiro.