¿Te atreves a desconectarte por completo de la tecnología durante 24 horas? Este es el reto que la Dra. Anna Lembke, experta en adicciones de Stanford Medicine, lanzó a la sociedad en un artículo reciente. En un mundo cada vez más digitalizado, Lembke propone una desconexión total para restaurar el equilibrio mental y emocional.
El desafío digital
Hoy en día, la mayoría de las personas se encuentran conectadas todo el tiempo. Ya sea a través de los teléfonos, las computadoras o las redes sociales, estamos en constante interacción con la tecnología. Sin embargo, la Dra. Lembke señala que el uso excesivo de dispositivos puede tener efectos negativos en nuestra salud mental.

La experta en adicciones menciona que la tecnología, aunque útil, activa los circuitos de recompensa del cerebro, lo que puede generar una dependencia. "La constante necesidad de revisar redes sociales, correos electrónicos y mensajes afecta la forma en que nuestro cerebro responde", explica. El resultado es una sensación de estar siempre conectado, lo que puede llevar a un agotamiento mental significativo.
El impacto de la desconexión
El reto que propone Lembke no es solo una cuestión de abstenerse de la tecnología, sino de experimentar los efectos positivos que puede tener. Estamos rodeados de estímulos digitales y desconectarse por completo, aunque sea por un corto período de 24 horas, puede parecer una tarea difícil.
Sin embargo, la doctora Lembke asegura que este desafío tiene beneficios claros para nuestra salud mental. "Al desconectarnos, le damos un respiro a nuestro cerebro. Es una forma de resetear los circuitos de recompensa y mejorar nuestra salud emocional", afirma. Este ejercicio también puede mejorar la calidad del sueño, disminuir el estrés y aumentar la concentración.
¿Por qué 24 horas?
El reto de 24 horas sin dispositivos no es solo simbólico. Es una forma efectiva de evaluar cuán dependientes nos hemos vuelto de la tecnología. La Dra. Lembke indica que, aunque puede parecer sencillo al principio, pasar un día sin dispositivos puede resultar muy difícil para quienes tienen una relación estrecha con la tecnología.

Este ejercicio tiene como objetivo promover la reflexión. Nos permite darnos cuenta de cuánto control tenemos sobre nuestra conexión con la tecnología y cómo afecta nuestra productividad y bienestar. "A veces necesitamos un empujón para darnos cuenta de cómo la tecnología nos controla", agrega Lembke.
Los beneficios de desconectarse
Cuando las personas aceptan este reto, muchos descubren cómo la desconexión los ayuda a sentirse más tranquilos y presentes. La Dra. Lembke explica que, sin la constante invasión de notificaciones, es posible experimentar una mayor claridad mental. Las personas también informan que se sienten más productivas y concentradas, ya que no están interrumpidas por distracciones digitales.
Además, la desconexión permite dedicar más tiempo a actividades significativas. Leer un libro, salir a caminar o simplemente descansar son opciones que, muchas veces, dejamos de lado debido a la tecnología. Al eliminar las distracciones, podemos reconectar con nosotros mismos y con las personas que nos rodean.
Cómo hacerlo
Para aquellos que decidan aceptar el reto, la Dra. Lembke ofrece algunos consejos prácticos para garantizar que la desconexión sea exitosa:
Planea tu día: Escoge un día en el que no tengas compromisos urgentes o citas importantes. Asegúrate de tener alternativas para disfrutar el tiempo, como leer, hacer ejercicio o pasar tiempo al aire libre.
Informa a los demás: Comunica a amigos y familiares que estarás desconectado para que no se preocupen.
Hazlo en un entorno libre de tecnología: Organiza tu espacio para que no tengas acceso fácil a dispositivos electrónicos.
Házlo con un amigo: Si sientes que será difícil, comparte el reto con alguien cercano. La motivación mutua puede ayudar a mantener el compromiso.