Danone sigue firme en su plan de cerrar su fábrica de Parets del Vallès, en la comarca del Vallès Oriental. Así lo ha reiterado la empresa, después de reunirse con los representantes sindicales de UGT, CCOO y USOC.
Pese a ello, ha asegurado que su objetivo es promover la industrialización y buscar un posible comprador. El objetivo es minimizar todo lo posible el impacto del cierre en sus trabajadores y en el tejido empresarial de la zona. Una decisión que ya manifestó a los 157 empleados de la planta de Parets.
Este encuentro, entre sindicatos y empresa, ha servido para fijar un calendario de las próximas reuniones. Además, la empresa ha distribuido a los diferentes representantes de los trabajadores, la documentación que justifica esta decisión.
El futuro de Danone no convence ni a sindicatos ni a los trabajadores
Esta primera toma de contacto se ha propiciado en un ambiente cordial según ha indicado Danone. Contrariamente, los sindicatos critican que, durante la primera reunión, de casi dos horas, la empresa haya utilizado un lenguaje ambiguo. Tampoco los trabajadores se resignan a esta decisión ni aceptan que la empresa haya justificado el cierre debido a una reducción de las ventas.
Los sindicatos han criticado esta decisión. Según su punta de vista, la planta estaba adaptada a las nuevas tecnologías y se habían alcanzado los objetivos. Por lo que acusan a los directivos de la “mala gestión de la fábrica”.
Jordi Barragán, el presidente del comité de empresa ha manifestado su intención de “luchar hasta el final” para evitar el cierre de la fábrica. A partir de este momento se abre un proceso de diálogo de tres meses con reuniones semanales.
La empresa de Parets del Vallés tiene 42 años de historia. El Danacol y el Actimel se fabricaron por primera vez allí. Esta decisión se suma a la del pasado año, cuando en 2023, Danone vendía su factoría de lácteos en Asturias. Lo hacía a una empresa familiar holandesa.