Los meteorólogos han lanzado una alerta que está generando bastante inquietud en España. El frente frío que está afectando especialmente el norte y el este del país podría persistir hasta bien entrado el mes de agosto.
Aunque el calor de verano es habitual en estas fechas, este patrón meteorológico ha dado un giro inesperado. Y es que, en los últimos días, hemos estado experimentando temperaturas más bajas de lo habitual para esta época. Un panorama que se presenta algo inusual a las puertas de uno de los meses más cálidos del año.

Las temperaturas bajas, protagonistas en España hasta agosto
Este cambio en las temperaturas tiene una explicación científica. Un bloqueo en el Atlántico está impidiendo que las masas de aire frío y las bajas presiones sigan su trayectoria habitual.
En lugar de desplazarse por las zonas que normalmente ocupan, estas masas se ven obligadas a ascender en latitud, arrastrando aire subtropical hacia áreas mucho más al norte de lo esperado. Esto provoca que las depresiones y vaguadas se deslicen por el flanco oriental del bloqueo, lo que facilita la entrada de aire polar en el centro de Europa.
Este fenómeno es el responsable de las temperaturas anómalamente frescas en zonas del norte y este de la Península Ibérica. Aunque el verano está presente en todo el continente, algunas zonas, como los valles y montañas de las regiones más cercanas al océano, están experimentando temperaturas mucho más bajas de lo habitual.

¿Qué traerá la próxima semana?
Para la próxima semana, las previsiones meteorológicas apuntan a un refuerzo del bloqueo atlántico. Este fenómeno favorecerá el desarrollo de una potente dorsal cálida que sustentará un anticiclón en superficie. Durante este período, la presión en las zonas afectadas aumentará, lo que podría traer consigo un ligero aumento de las temperaturas, especialmente en zonas del oeste de la Península.
Sin embargo, la verdadera consecuencia de este patrón no será la llegada de aire más cálido, sino más bien la contención de las masas de aire subtropical sobre el continente africano. Esto impedirá que el aire cálido ascienda hacia el norte. Lo que podría mantener las temperaturas más frescas de lo habitual en varias regiones.
Una entrada en el mes de agosto menos cálida
El calor propio del verano parece haber hecho una pausa y este patrón de circulación atmosférica no parece que vaya a desaparecer pronto. Según los últimos modelos meteorológicos, el bloqueo en el Atlántico continuará influyendo en el tiempo 'hasta entrado el mes de agosto'.

Se espera que, para entonces, la dorsal cálida empuje hacia el norte. Esto propiciará un descenso de la presión en el entorno de las Azores y un ascenso de las masas de aire cálido hacia Europa.
No obstante, como sucede con cualquier previsión a largo plazo, la incertidumbre es bastante elevada. Las actualizaciones meteorológicas podrían modificar las previsiones actuales. Eso sí, sin duda, se trata de un verano más atípico de lo habitual, donde las sorpresas meteorológicas no dejan de suceder.