La nueva temporada de TV3 ya ha empezado. Después de una pequeña pausa por las vacaciones, la corpo está de vuelta con nuevas apuestas y nuevas caras. Desde hace ya unos años Helena García Melero es una de las que siempre está allí.
Con su querido 'Tot es mou', es la cara visible de los mediodías de la corpo. Con ella se aseguran 3 horas de auténtico éxito, y con unas cifras de audiencia muy buenas. Este lunes ha reaparecido con un aspecto muy renovado, según la Vestiteca de TV3, con un «estilo masculino».
«¡Empezamos la nueva temporada con mucho estilo! Helena García Melero guapísima con un must masculino, reinterpretando el eterno smoking», han indicado.
A pesar de que en su primer día la periodista ha sorprendido con Eloi Vila como colaborador, este verano ha sido protagonista en 'El matí de Catalunya Ràdio'. Melero ha presentado al sexto integrante de su familia, su perra Lola.
«Es un miembro más de la familia»
Hablando de las vacaciones, Melero ha aprovechado para recordar uno de los momentos que protagonizó en la radio con su perra Lola. Tal y como ya contó en la radio, ha confesado que cuando dijo en la centralita de TV3 que era un miembro más de la familia no se lo tomaron bien.
«Cuando dije que para mí era un miembro más de la familia en la centralita de TV3 empezó a llamar la gente. '¿Qué es eso? ¡Decir que es un miembro más de la familia!'», indicaron los espectadores. «¡Y tanto que lo es! ¡Y tanto!», dijo Melero.
Lola llegó hace 6 años a la familia. Es una perra de raza schnauzer que vive con la familia y con sus tres hijos, Maria, Blanca y Joan. Llegó por navidad cuando tenía tres meses y desde aquel momento no se ha separado de ellos.
«Es muy peluda, muy finita, come bolas y el pícnic de los bañistas, come chuches de palo con pollo, dulces. Solo se lo compro yo y ella me relaciona con estas chucherías, cuando llego le digo siéntate y se relaja comiendo la chuche», explicó.
«No la enseñó a hacer nada, se sienta y me da la pata. Al principio se hacía pis por todo el piso de Barcelona, fue duro. Los fines de semana también nos vamos siempre a la Cerdanya y está feliz en la naturaleza».
«Le puse Lola porque me gusta mucho para los perros un nombre de persona. Mi anterior perra se llamaba Ágata. A una hija mía le habría podido poner Lola», confesó.
A pesar de que a muchos no les guste el nombre y la critiquen por decir que es un miembro más de la familia, ella confiesa tratarla así porque lo es.