Cataluña afronta una nueva jornada marcada por la estabilidad atmosférica y un incremento notable de las temperaturas. Tras un inicio de semana marcado por un cambio de tiempo que ha dejado varias precipitaciones en el territorio, el dominio de las altas presiones se ha impuesto. Así pues, hoy los cielos están mayormente despejados y el ambiente es cada vez más caluroso.
Ante esta situación, algunas comarcas no se librarán de las incomodidades asociadas a la humedad y la sensación de bochorno. Este miércoles ha arrancado con nubes bajas a lo largo de la franja litoral, especialmente en la Costa Daurada. Durante las primeras horas también han hecho acto de presencia en zonas de la Cataluña Central.

Pese a todo, la humedad procedente del mar mantendrá parte de la nubosidad en áreas del Camp de Tarragona incluso durante la tarde. En el resto del territorio el protagonismo será para el sol. Solo el paso de nubes altas en el Pirineo interrumpirán un escenario dominado por la estabilidad.
Una situación térmica de pleno verano
Sin embargo, es la sensación térmica lo que ha hecho saltar las alarmas hoy. De hecho, ya ha sido una madrugada poco fresca porque los termómetros han marcado mínimas de entre 16 y 22 °C en la mayoría de las comarcas catalanas. En la franja costera, ciudades como Barcelona han vuelto a registrar valores próximos a la llamada noche tórrida, todo ello con temperaturas que apenas han bajado de los 23 °C.
Las comarcas de Montsià, Baix Ebre, Baix Camp, Tarragonès, Alt Penedès, Barcelonès y Maresme se enfrentan hoy a un día sofocante. En todas ellas las temperaturas superarán los 25 ºC, lo que anticipa un ambiente pesado y complicado de sobrellevar.
La tarde traerá un ascenso térmico aún más acusado, ya que se esperan máximas entre 28 y 33 °C en gran parte de Cataluña. Con picos de 34 en la Cataluña Central, el interior del Ebro y Ponent, donde no se descarta alcanzar los 35 °C. Este aumento supone entre dos y cuatro °C más respecto a la jornada del martes, consolidando un episodio de calor fuera de lo habitual para mediados de septiembre.

De cara al jueves, el panorama no cambiará demasiado. El cielo amanecerá despejado, aunque con algunos bancos de nubes bajas en el sur, especialmente en Les Terres de l’Ebre. Por la tarde volverán a crecer nubarrones en el Pirineo, sin consecuencias destacables.
Todo apunta a que la calma, el sol y el calor seguirán dominando hasta el sábado, intensificando la sensación de bochorno en varias comarcas. El gran cambio llegará a partir del domingo. Un frente frío muy activo se adentrará en la Península y traerá un vuelco radical en el tiempo.
A finales de semana empezarán a cambiar las cosas
De cara al final de esta semana, se esperan lluvias y tormentas, algunas de ellas fuertes, que se prolongarán hasta el lunes. Además, entre el lunes y el martes se prevé un descenso notable de las temperaturas. Un hecho que pondrá fin a este episodio cálido.
Esta entrada fría coincidirá con el inicio del otoño astronómico, marcando una transición abrupta entre el calor veraniego y un ambiente ya plenamente otoñal. Hasta entonces, siete comarcas catalanas, especialmente las del litoral y prelitoral, deberán afrontar jornadas de bochorno. Así como una nueva tanda de noches tropicales que harán difícil el descanso.

