Mujer sentada en una cama sujetándose el pecho con expresión de dolor y un recuadro con la imagen del médico José Abellán y un signo de exclamación rojo.

José Abellán (cardiólogo): ‘Es mortal y es algo que cada vez vemos más en urgencias’

El cardiólogo José Abellán alerta sobre un síndrome mortal en aumento

Que un médico hable de un síndrome “mortal” no es algo que pase desapercibido, y menos cuando ese término lo relaciona con algo que, a simple vista, podría parecer inofensivo. El cardiólogo José Abellán, conocido por su labor divulgativa en redes, ha hecho sonar las alarmas sobre un fenómeno que cada vez es más común en los servicios de urgencias. Se trata de una afección real, peligrosa y relacionada con las emociones.

Durante su participación en el pódcast The Wild Project, José Abellán ha puesto el foco en una dolencia que hasta hace poco era desconocida para la mayoría del público general. Sin embargo, los médicos la han identificado, estudiado y advertido sobre su peligrosidad. Aunque no se trata de un infarto común, sus síntomas pueden engañar y llevar a un diagnóstico tardío o incorrecto.

José Abellán (Cardiólogo) de cabello corto y barba recortada hablando frente a un micrófono en un estudio con pósters en la pared.
Abellán habla en 'The Wild Project' sobre un síndrome cardíaco poco conocido | YouTube, The Wild Project

Síndrome del corazón roto: un infarto emocional con graves consecuencias

El doctor ha explicado que esta afección responde al nombre de síndrome de Takotsubo. También se conoce como “síndrome del corazón roto” y se desencadena por un estrés emocional muy intenso. “Es mortal y es algo que cada vez vemos más en urgencias”, ha indicado el especialista, señalando que, aunque es reversible, su gravedad puede llegar a ser extrema.

Este síndrome presenta síntomas parecidos a un infarto convencional como opresión en el pecho, dificultad para respirar y alteraciones del ritmo cardíaco. La diferencia clave es que, en lugar de deberse a una obstrucción arterial, el origen está en una alteración súbita de la contractilidad del corazón. Es decir, el corazón deja de latir correctamente por una causa puramente emocional.

Hombre joven con expresión de dolor sujetándose el pecho con ambas manos
Daño cardíaco repentino provocado por una emoción intensa | Getty Images

Un trastorno cardíaco agudo que predomina en mujeres postmenopáusicas

“Takotsubo” es una palabra japonesa que hace referencia a una vasija empleada para atrapar pulpos. Durante un episodio de este tipo, el ventrículo izquierdo del corazón adopta precisamente esa forma, como si estuviera hinchado y descompensado. Por eso, la condición fue bautizada de este modo cuando se documentó por primera vez en Japón, en los años noventa.

Desde entonces, su reconocimiento en la comunidad médica ha crecido de forma significativa. Aunque no es la causa más común, entre el 1% y 2% de los casos que parecen infartos son en realidad síndrome de Takotsubo. Y la gran mayoría de estos pacientes son mujeres, especialmente postmenopáusicas.

Mujer con expresión de dolor tocándose la cabeza con ambas manos
La afección afecta en su mayoría a mujeres en etapa postmenopáusica | Getty Images

No se trata solo de un dato anecdótico, ya que el 20% de los afectados puede desarrollar complicaciones severas, como insuficiencia cardíaca o arritmias que ponen en riesgo la vida. Algunos incluso acaban ingresados en la UCI, algo que, según José Abellán, ocurre con más frecuencia de la que se cree. Aunque muchas personas se recuperan sin secuelas permanentes, no por ello debe restarse importancia al diagnóstico.

Del sufrimiento profundo a la atención urgente: la importancia de identificar a tiempo el daño invisible

El cardiólogo ha insistido en que es fundamental no subestimar los efectos del estrés emocional. La idea de que “nadie muere por amor” queda desmontada ante la evidencia científica. Las emociones, especialmente aquellas que causan sufrimiento profundo, pueden tener consecuencias físicas reales y tangibles.

Por ello, el llamado de atención de Abellán va más allá del ámbito clínico. Reclama una mayor concienciación tanto entre pacientes como entre profesionales de urgencias. Detectar el síndrome a tiempo puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y una complicación grave.