A pesar de que la DANA que ha causado una catástrofe en España ya es historia, su recuerdo permanece muy vivo. Y es que son muchos los que siguen sin poder creerse que un desastre de tal magnitud haya podido suceder. Por eso mismo, no son pocos los que se preguntan si este tipo de situaciones podrían repetirse a corto plazo.
En este sentido, la meteoróloga Mar Gómez ha querido aclarar algunas cosas en el programa Poniendo las Calles de COPE. La experta ha lanzado un mensaje de tranquilidad respecto a la posible formación de una nueva DANA en España. Y es que, pese a que estos días tenemos inestabilidad en muchas zonas, no tienen ni punto de comparación con el desastre de Valencia.
Los meteorólogos explican por qué la DANA ha sido tan destructiva
Mar Gómez explicó por qué se intensificaron los efectos de la última DANA, subrayando que el Mediterráneo, más cálido de lo habitual, fue determinante. Esta mayor temperatura favorece la evaporación y, por ende, aumenta la cantidad de humedad en la atmósfera. Además, señaló que la orografía de la región afectada, con zonas montañosas que atrapan las nubes, contribuye a concentrar las lluvias en áreas específicas.
La meteoróloga advirtió que los cambios con el clima juegan un papel muy relevante en la frecuencia y magnitud de estos fenómenos. En el pasado, las DANAs en Europa solían ocurrir unas 20 o 25 veces al año. Sin embargo, actualmente esta cifra ha aumentado a entre 35 y 40 eventos anuales.
Una tendencia al alza que es una clara señal de que los fenómenos meteorológicos extremos están volviéndose más frecuentes. Por todo ello, la meteoróloga hizo hincapié en que el calentamiento del Mediterráneo proporciona un "combustible extra" para el desarrollo de tormentas más potentes.
No hay dos DANAs iguales, según Mar Gómez
Sin embargo, no todas las DANAs provocan efectos devastadores, aclaró Gómez. Es cierto que el incremento en la temperatura del Mediterráneo favorece la formación de sistemas más intensos. Pero también lo es que cada DANA tiene sus propias características y no todas alcanzan el mismo nivel de severidad.
La meteoróloga subrayó que una buena preparación y respuesta ante estas situaciones puede reducir significativamente los riesgos. Aunque no se puede evitar la formación de una DANA, se pueden mitigar sus efectos. Y todo esto pasa por adaptar las estrategias adecuadas, como alertas tempranas y evacuaciones bien planificadas.