Para la NASA existen planes que, por su naturaleza y lo que podría significar si se activaran, están diseñados para no activarse nunca. Su propósito es estar preparados ante situaciones excepcionales y de gran impacto global. Sin embargo, son acontecimientos que, para muchos, sería mejor que no ocurriesen.
Hace un par de años, la NASA ha confirmado la existencia de uno de estos planes. Se trata de un protocolo reservado, elaborado con precisión, que solo se pondría en marcha en caso de un acontecimiento sin precedentes. Recién ahora se puede conocer el plan, paso a paso.

Un plan de la NASA ante lo imposible
Desde 1989, existe un marco de actuación internacional preparado para una situación única: el contacto con inteligencia extraterrestre. Este protocolo, acordado entre agencias y científicos, se basa en pasos rigurosos. Lo primero es descartar cualquier causa natural.
Si se confirma que la señal tiene origen artificial, se notifica de inmediato a la ONU. El objetivo es garantizar una respuesta global ordenada y transparente. Evitar reacciones improvisadas o descontroladas es clave.
Una vez validado el hallazgo, un comité internacional de expertos se encargaría de su análisis. Este grupo decidiría cómo comunicar la información al público y velaría por una interpretación objetiva. También se buscaría proteger las frecuencias de la señal para evitar interferencias humanas.
Un plan con décadas guardado en la NASA
El SETI Post Detection Hub de la Universidad de St Andrews advierte que el protocolo original no contempla el entorno digital actual. La velocidad de las redes sociales puede desencadenar el caos. Por eso, proponen reforzar el plan con estrategias de comunicación en tiempo real.
El estudio sugiere incluir expertos en diplomacia, gobernanza y manejo de crisis informativa. De esta manera, la humanidad estaría mejor preparada para actuar con responsabilidad ante una noticia de tal magnitud. Según sus autores, la NASA debería liderar este nuevo enfoque global.
Ya en 2021, la NASA publicó en Nature que el mundo debía prepararse para la detección de vida inteligente. Pero también alertó del peligro de los “falsos positivos”. Anunciar algo así, sin base firme, podría destruir la confianza en la ciencia.

El impacto sería global, la respuesta también
Aunque la posibilidad de un contacto extraterrestre real aún es remota, el debate ya es serio. Las implicaciones serían no solo científicas, sino políticas, sociales y filosóficas. Y surge la gran pregunta, cómo reaccionaría la humanidad.
Por ahora, el plan secreto sigue guardado, esperando no tener que activarse nunca. Pero su existencia demuestra que, ante lo desconocido, la preparación es la mejor herramienta.