Joan Laporta no ocultó su entusiasmo tras la emocionante victoria de los suyos en Dortmund. El resultado no solo afianzó al Barça como segundo en la clasificación de la Champions League, sino que también confirmó las sensaciones positivas en torno al proyecto liderado por Hansi Flick.
En su círculo más cercano, Laporta ha expresado repetidamente su satisfacción con el técnico alemán. Según fuentes internas, el presidente habría asegurado que, independientemente de lo que suceda esta temporada, Flick continuará dirigiendo al conjunto el próximo año. Este respaldo incondicional es un reflejo de la confianza de Laporta. El entrenador ha encontrado la fórmula para devolver al Barcelona a la élite del fútbol europeo y ya era hora.
Joan Laporta ante un año clave
Laporta también visualiza un futuro brillante con el nuevo Camp Nou como epicentro. Para él, el renovado estadio debe ser un motor que impulse al club hacia el objetivo de ser nuevamente el mejor del continente. La combinación de un estadio moderno y una plantilla consolidada bajo las órdenes de Flick promete ser el núcleo de la nueva era azulgrana.
Sin embargo, no todo es optimismo en los pensamientos del mandatario. Laporta ha reconocido que existe un punto débil que no lo deja descansar tranquilo: el lateral izquierdo. Alejandro Balde, a pesar de su talento, no ha alcanzado la regularidad que se espera en esa posición crucial. Además, la falta de un recambio de garantías ha sido motivo de preocupación constante.
El objetivo de Laporta
En este contexto, Laporta tiene claro que la solución pasa por reforzar la banda izquierda. Y en su radar aparece un nombre que destaca por encima del resto: Alphonso Davies. El lateral canadiense actualmente juega en el Bayern Múnich. También interesa al Real Madrid, pero en Barcelona es visto como la opción ideal para tapar esta carencia.
Laporta, según fuentes cercanas, está decidido a ir con todo por Davies. La posibilidad de ficharlo gratis es un atractivo clave, pero lo es aún más el golpe estratégico que supondría adelantarse al Madrid. Permitiría contar con un jugador que Flick conoce perfectamente de su etapa en el Bayern. Para el presidente, esta operación no solo fortalecería al equipo, sino que enviaría un mensaje contundente al eterno rival.
Con esta visión ambiciosa, Laporta demuestra una vez más su compromiso por construir un Barça competitivo y con identidad. La victoria en Dortmund no solo significó tres puntos vitales, sino también un nuevo capítulo en la estrategia de Laporta. El Barça, más cerca de volver a dominar Europa.