El Palacio Real es la residencia oficial de los reyes de España, pero desde hace ya décadas los distintos reyes que se han ido sucediendo en el trono han preferido ubicar su residencia en otro lugar. De hecho, el último monarca en residir en este majestuoso palacio fue Alfonso XIII. No obstante, no fue la última persona que lo hizo, ya que Manuel Azaña, el que fuera presidente de la Segunda República, residió ahí durante su mandato.
Para empezar a conocer la historia tras este edificio, es importante saber que la construcción de este palacio se produjo debido a que el que se había utilizado hasta entonces, fue destruido. Durante la Nochebuena de 1734, el palacio real sufrió un incendio que provocó que fuera necesario reconstruirlo. Como los príncipes se adornaban con magníficos edificios, se elaboró un ambicioso plan para la construcción del nuevo palacio.
De 1734 a 1764, Juan Bautista Sachetti y Francisco de Sabatini se encargaron de construir un palacio incluso más grande que el anterior. Finalmente, el resultado fue un complejo de tres alas y más de 135.000 metros cuadrados, más grande que otros palacios como el de Versalles o el de Buckingham.
De hecho en aquella época, el palacio ya era uno de los más grandes del mundo y contaba con unos 2.000 salones, salas y gabinetes. Entre las partes que más destacan, están la enorme escalera, la sala del trono, la galería de espejos y la capilla del palacio. También es interesante destacar el amplio patio de honor, cuyas alas de la galería son ampliaciones del siglo XIX, que da la cara al palacio o la cúpula de la capilla del palacio que domina la fachada trasera.
Estilos variados adornan los interiores, algunas salas pasan del barroco al clasicismo. En algunas formas, también se continúa con la tradición morisca. En el Palacio Real también cuelgan hoy cuadros de grandes maestros como Goya, Caravaggio y Rubens, ya que también se utiliza como museo.
Respecto a los grandes salones de ceremonias, hoy en día solo se utilizan para fines de representación y recepciones de Estado. El efecto de esto es que partes del palacio están abiertas al público y son un punto de interés turístico de Madrid. Otro aspecto destacable es la colección de armas del Palacio Real, ya que es una de las mayores del mundo.
El parque perteneciente al palacio era originalmente un parque barroco y se ha conservado en sus características básicas hasta nuestros días. Desde el extenso "Campo Moro", una vista de los terrenos conduce al palacio. Junto con el palacio, los Jardines de Sabatini, adornados con setos y parterres recortados, forman un conjunto magnífico que casi ningún turista echa de menos; apenas hay una postal sin una foto de Madrid en la que no aparezca el Palacio.