Buenas noticias para los visitantes del parque natural del Montseny. Uno de los restaurantes más populares de la zona, está revisando las candidaturas para ceder su negocio.
El Molí de la Barita, en busca del relevo
Fue el día 10 de agosto que la plataforma Repoblem publicó el anuncio que se cedía El Molí de la Barita. La masía, situada en la carretera de Vic, cerca del parque natural del Montseny, al municipio de Viladrau (Osona), decidió traspasar el negocio por la «falta de relevo generacional».
El local se quedó sin personal hace dos años y la propietaria le pidió a su hijo, que es cocinero, que se hiciera cargo temporalmente, pero este actualmente tiene otros proyectos en mano, así que resulta imposible este relevo.
El anuncio de la masía
Ante esta situación, Repoblem, una iniciativa que conecta a personas del mundo rural a través de las redes, se encargó de publicar el anuncio con la información necesaria:
«Se cede masía con restaurante y vivienda, a pie de carretera, a las puertas del parque natural del Montseny. Negocio en funcionamiento, emblemático y popular con más de 80 años de historia», informó la plataforma.
El negocio cuenta con «390 m², dos comedores, un aforo para 100 personas. Zona de párquing. El establecimiento dispone de vivienda independiente que requiere determinadas reformas», complementaba con un teléfono de contacto para quien estuviera interesado.
Lluvia de ofertas
11 días después del anuncio, la propietaria de El Molí de la Barita, que se está a punto de jubilar, ya tiene un puñado de propuestas, concretamente una sesentena.
El anuncio del traslado ha tenido un gran recibimiento de emprendedores que quieren hacerse con el mítico negocio, que abrió las puertas por primera vez hace más de 80 años.
«Es más una cuestión emocional, no es hacer negocio»
El equipo de TV3 tuvo la oportunidad de hablar con uno de los responsables del negocio. Guillem Boi Masvidal, propietario y cocinero, que asegura que «la mitad se han mostrado interesados en venir a ver-la» y que «empezaremos a dar citas para aquellos que quieran venir».
Los propietarios no quieren cerrar el negocio, así que proponen cobrar el alquiler y quieren que ante todo se conserve la esencia de El Molí de la Barita.