El Barça sigue inmerso en un rompecabezas económico que condiciona todos sus movimientos de mercado. La prioridad actual es liberar masa salarial para poder inscribir a Wojciech Szczesny, fichaje pensado para reforzar la portería. Sin ese ajuste, el guardameta polaco no podrá ser registrado en LaLiga a pesar de tener un acuerdo cerrado con el club.
Hansi Flick esperaba contar con una plantilla definida antes del inicio de la competición. Sin embargo, el entrenador alemán se encuentra con limitaciones que no dependen de lo deportivo, sino de la gestión financiera. Esta situación genera tensión interna y retrasa la implementación del nuevo proyecto técnico del Barça.

Oriol Romeu, el gran escollo en la planificación
En este escenario aparece Oriol Romeu como el principal obstáculo para que el Barça avance en sus planes. El jugador tiene contrato en vigor y no entra en la planificación de Hansi Flick, lo que convierte su salida en una necesidad urgente. Mientras no se resuelva su situación, la entidad no podrá inscribir con normalidad a Szczesny.
Oriol Romeu está completamente apartado de la dinámica del primer equipo. Se entrena en solitario en la Ciutat Esportiva, manteniendo la profesionalidad a pesar de saber que no cuenta para el cuerpo técnico. La directiva trabaja en una rescisión pactada que le permita marcharse libre y abrir hueco salarial.

Destinos posibles para desbloquear la operación
El Girona surge como principal candidato para incorporar a Oriol Romeu si llega con la carta de libertad bajo el brazo. La idea de volver a Montilivi convence tanto al entorno del jugador como al propio club gerundense, que lo vería como refuerzo inmediato. Sin embargo, su llegada depende de que el Barça cierre primero el acuerdo de rescisión.
Otra alternativa que ha aparecido es el Real Oviedo, que estudia la opción de darle minutos y protagonismo en su proyecto deportivo. Aunque se trata de una plaza de menor ambición que Girona, podría ser un destino útil para relanzar su carrera. Estas opciones mantienen viva la negociación y refuerzan la presión sobre la directiva catalana.
La inscripción de Szczęsny como prioridad absoluta
El fichaje de Wojciech Szczesny es visto como estratégico para reforzar la portería del Barça en la nueva era de Flick. El meta polaco aporta experiencia, liderazgo y fiabilidad en una posición que necesitaba competencia inmediata. Sin embargo, su incorporación oficial sigue bloqueada hasta que el club logre cuadrar el límite salarial.
El técnico alemán considera urgente resolver este escenario porque necesita estabilidad en la planificación. Cada semana sin el polaco inscrito resta preparación táctica y opciones de cohesión en el vestuario. El desenlace de Romeu es, por tanto, la llave que abrirá la puerta a la nueva etapa bajo el mando de Hansi Flick.