Los fenómenos considerados parafónicos se consideran sonidos procedentes del más allá, pero ¿Lo son realmente? La historia de la captación y grabación de las voces de entidades energéticas empezó en América en el siglo XIX, cuando Thomas Alva Edison (1847-1931) intentaba registrar las vibraciones energéticas residuales de sonidos emitidos tiempo atrás. Acabó registrando fonías humanas del presente producto de vibraciones energéticas y descubriendo como grabar las voces de los seres vivos.
Durante el verano de 1959, el cineasta ruso-sueco Friedrich Jürgenson estaba en un parque grabando el sonido de los pájaros para la banda sonora de uno de sus documentales naturalistas. Al reproducir la grabación escucho una voz humana que decía en noruego, "Los cantos de estas aves". Repitió la experiencia en varias ocasiones más y con el tiempo llegó a obtener tantas grabaciones de misteriosas voces que expuso sus resultados al análisis de la ciencia.
En 1964, las parafonías fueron examinadas por ingenieros y físicos en el Instituto Germano de Física de campo Northeim, patrocinado por el Instituto de Parapsicología de Friburgo, dependiente de la universidad y dirigido por el Dr. Han Bender. No encontraron explicaciones físicas normales al fenómeno psicofónico.
En 1960, el Doctor Constantin Raudive introdujo la experimentación sistemática de grabación de voces inaudibles, formulando preguntas que eran contestadas de forma comprensible por voces fónicas inteligentes a las que llamaron psicofonías. Estuvo investigando hasta su muerte en 1974. Durante esos 14 años efectuó unas 90.000 grabaciones paranormales, desarrolló el fenómeno utilizando equipos especiales de registro auditivo, como el goniómetro y cámaras anecoicas. Este hombre dio a conocer mundialmente el fenómeno parafónico en la modalidad psicofonías.
En las experiencias que efectuó participaron numerosos científicos; ingenieros electrónicos, especialistas en sonido etc. quienes llegaron a la conclusión de que no se trataba de "ruidos" sino de verdaderos fonemas.
En una de las sesiones todos los científicos permanecieron totalmente inmóviles, sin despegar los labios, pero unos treinta segundos después el oscilógrafo mostró que el magnetófono estaba registrando algo. Al rebobinar apareció la frase "Deténgalos cuando quieran" pronunciada en inglés, con acento americano (ninguno de ellos tenía ese acento) seguida de otras palabras en alemán.
Un ingeniero electrónico había revisado los magnetófonos previamente para evitar cualquier interferencia de radio durante la sesión. Los micrófonos dirigidos a la laringe de los experimentadores para detectar posibles movimientos inconscientes no revelaron ni el menor susurro.
En Julio de 1971 algo le sucedió al equipo alemán de científicos que iba hacia la finca de Jürgenson, y es que se extravió en el trayecto y se metió en un bosque sin salida conocida. Gisella, una componente del equipo, empezó a experimentar un fuerte dolor de muelas. Jürgenson cansado de esperar decidió realizar una parafonía y sonó en Alemán "Sie kommen bald, zahnartz" (Llegarán pronto, un dentista, un dentista").
El 27 de Marzo de 1972 la firma inglesa "Belling and Lee" efectúa pruebas de parafonias con cintas vírgenes salidas de fábrica en su laboratorio especializado en la comprobación de equipos electrónicos del ministerio de defensa Británico. Intervinieron en las experiencias varios científicos, entre ellos el ingeniero electrónico Peter Heil, uno de los mayores expertos mundiales en pantallas electrónicas. Aparecieron grabadas varias parafonías...
Después de esto, Peter Heil dijo: "Ante las pruebas realizadas en un laboratorio protegido, mi empresa no puede explicar lo sucedido en términos físicos"