Cataluña encara los últimos días de un verano que se resiste a marcharse con temperaturas inusualmente altas para mediados de septiembre. Las últimas horas han estado marcadas por un claro repunte de los termómetros. Especialmente en las comarcas del interior y del sur.
El miércoles se alcanzaron entre 33 y 35 grados en Ponent, l'Ebre y el Priorat, hubo registros destacados como los 35 en Torroja del Priorat y en Xerta. En el litoral, la sensación de bochorno también se intensificó, dejando un ambiente sofocante. Sin embargo, todo puede dar un giro drástico en solo unos días, especialmente el domingo.

La previsión indica que este jueves la situación apenas variará. La calma será la protagonista en la mayor parte del territorio, con cielos soleados y tan solo algunos matices en forma de nubes. Durante la tarde, quedarán restos de nubosidad inofensiva en el litoral sur, especialmente en el Camp de Tarragona.
Un jueves de más calor y sin lluvias importantes
En cuanto a las temperaturas, se mantendrán muy similares a las del miércoles, aunque en algunos puntos del interior podrían ganar un grado más. Las máximas volverán a situarse entre los 27 y 32 en la mayoría de comarcas. No obstante, en Ponent y en el interior sur se repetirán valores de 33 a 35.
Aunque predominará la calma, no se descartan algunos chubascos aislados entre el Camp de Tarragona y l'Ebre. En el resto del territorio seguirá dominando el sol.
De cara al domingo todo cambiará
No obstante, todas las miradas se centran ya en lo que pueda suceder a partir del domingo. Según los modelos, un embolsamiento de aire frío reactivará la inestabilidad y abrirá la puerta a un cambio de tiempo. La previsión todavía tiene un grado de incertidumbre, pero los meteorólogos avisan de cambios.

Y es que entre el domingo y el lunes podrían producirse chubascos y tormentas en prácticamente cualquier punto del territorio. Algunas de estas precipitaciones podrían ser localmente intensas. Además, no se trataría de un episodio pasajero: la inestabilidad podría prolongarse durante los días siguientes.
El aspecto más destacado será la contundente bajada de las temperaturas. El aire frío provocará una refrescada generalizada que marcará la entrada del otoño de forma abrupta. Coincidiendo con el inicio oficial de la nueva estación, el lunes, se espera un ambiente plenamente otoñal.
Incluso se contempla la posibilidad de que se produzcan las primeras nevadas en las cotas más altas del Pirineo. En definitiva, tras varios días de calor intenso y bochorno, Cataluña se prepara para un vuelco meteorológico. El domingo puede marcar el inicio de un episodio de tormentas generalizadas y un descenso drástico de las temperaturas.

