La semana ha comenzado en España con un panorama meteorológico variable, y todo apunta a que la inestabilidad irá en aumento conforme se aproxime el fin de semana. Aunque algunas zonas mantienen cielos más estables, otras partes del territorio están siendo protagonistas de lluvias, tormentas y pulsaciones de aire frío que están marcando este atípico tramo final de julio.
Según explica Rubén Vázquez, experto de Meteovigo, las lluvias recurrentes en el Cantábrico y las tormentas que se están desarrollando en áreas del Mediterráneo y el interior peninsular son parte de un patrón persistente durante la canícula. A diferencia de los veranos anteriores, donde el calor estable y seco predominaba, este año estamos viendo un mayor dinamismo atmosférico.

El experto compartía este lunes un análisis detallado basado en la última actualización del modelo meteorológico estadounidense GFS, que muestra una proyección de precipitaciones acumuladas para los próximos siete días. Las conclusiones son claras: las lluvias y tormentas seguirán afectando a diversas regiones, con especial intensidad en algunos puntos del noreste y centro peninsular.
Zonas más afectadas por las tormentas
Según los datos del modelo, se espera que Cataluña, el sur de Aragón, el norte de la Comunidad Valenciana y el sur de Castilla y León sean las regiones más impactadas por estas lluvias. En estas áreas, se anticipan acumulados destacables que podrían incluso motivar la activación de avisos por parte de los servicios de emergencia.

Se trata en su mayoría de precipitaciones de tipo tormentoso, que suelen crecer en las horas vespertinas. "Sobre todo por las tardes con la ayuda del calor", afirma Vázquez. Estos chubascos no solo descargan agua, sino que también pueden ir acompañados de rachas de viento fuerte, actividad eléctrica y en algunos casos, granizo.
Además, las lluvias no se limitarán al interior y al este peninsular. El Cantábrico también registrará episodios de lluvia, aunque de forma más moderada, reforzando la sensación de un verano más húmedo e inestable de lo habitual en estas latitudes.

Perspectiva para el fin de semana
La tendencia apunta a que la inestabilidad se mantendrá e incluso podría intensificarse a medida que nos acerquemos al fin de semana. Las pulsaciones de aire frío seguirán interactuando con el calor superficial, lo que mantendrá activo el riesgo de tormentas en distintas regiones del país.
La evolución de los modelos será clave para afinar el pronóstico, pero todo parece indicar que la canícula en la que ya estamos sumergidos no será este año sinónimo de estabilidad.