El estilo de Carolina de Mónaco siempre ha sido uno de los más admirados en la realeza. Sin embargo, en los últimos años, una figura se ha ido acercando cada vez más a su nivel de elegancia: su hija Carlota Casiraghi.
La joven, quien heredó la belleza y la distinción de su madre, se ha convertido en un referente de moda por derecho propio. No obstante, en las últimas apariciones públicas de la princesa Carolina, la comparación entre madre e hija ha tomado un giro inesperado.
De esta manera, algunos han comenzado a hablar de una especie de "competencia real" en cuanto a estilo. Una rivalidad que se refleja no solo en sus elecciones de vestuario, sino también en la manera en que ambas se presentan ante los medios.
Alberto II ya no puede ocultar qué pasa con Carolina de Mónaco
La participación de Carolina en el evento celebrado en el Yacht Club de Mónaco, no pasó desapercibida. La elección de un vestido de tweed multicolor, de manga francesa y largo midi, recordó inmediatamente a muchos al estilo de Carlota.
La experta en realeza Cathrin Keller, en la revista Bunte, no dudó en resaltar que el look de la princesa podría perfectamente haber sido el de su hija. "Su look podría estar colgado en el armario de su hija", declaró Keller, haciendo evidente la similitud en sus elecciones de moda.
La historia se repite, ya que no es la primera vez que los medios comparan a madre e hija, intentando crear una rivalidad que nunca ha existido realmente. La realidad es que ambas han sabido construir sus propios caminos.
Esta es la verdadera relación de Carolina de Mónaco y su hija Carlota
A pesar de estas comparaciones, que parecen indicar una cierta competencia estética, la relación entre madre e hija está lejos de estar marcada por rivalidades. A lo largo de los años, Carlota y Carolina han mantenido una conexión sólida, pero su relación no ha estado exenta de polémica.
La decisión de Carolina de no otorgar a Carlota el título de "princesa" fue una de las que más impacto tuvo. Y es que le permitió vivir con una mayor libertad, algo que Carlota ha valorado siempre: "No soy una princesa. Ella lo es, yo no", confesó Carlota en The New York Times.
Destacando su estatus como sobrina de un jefe de Estado sin las restricciones de un título real. La última aparición pública conjunta de madre e hija fue en el Baile de la Rosa de marzo pasado, donde la princesa Carolina estuvo rodeada de sus hijos.
En este acto, se pudo ver una vez más la gran relación que mantienen, a pesar de los desafíos que la vida les ha presentado. Aunque los medios insistan en crear una competencia, lo cierto es que la complicidad entre ambas sigue siendo evidente.
En lugar de rivalidad, parece que madre e hija siguen compartiendo el mismo amor por la moda. Más importante aún, este vínculo se ve respaldado por el respeto mutuo que las une. Un lazo que ha perdurado a lo largo de los años.