La fiesta de la Cruz Roja de Mónaco volvió a convertirse en el gran evento social de la temporada. Presidida por el príncipe Alberto y Charlene, congregó a la alta sociedad y a varias ramas de la familia Grimaldi. Pero, en lugar de gestos de unión, lo más comentado fueron las notables ausencias.
Entre los asistentes destacaron Louis Ducruet, su esposa Marie Chevallier, y Camille Gottlieb. Por contra, Carolina de Mónaco y sus hijos brillaron por su completa ausencia. Ese contraste con sus sobrinos de Estefanía marcó el ambiente de manera palpable.

Notables ausencias y distanciamientos
En una velada donde lo familiar suele predominar, que ninguno de los hijos de Carolina apareciera fue más que anecdótico. Andrea, Carlota, Pierre y Alexandra, englobados en una estampa familiar resonante, no se dejaron ver. Su ausencia dejó entrever la distancia que mantienen con el entorno de la corte monegasca.
A la gala no asistieron tampoco ni Carolina ni Estefanía de Mónaco, y la representación familiar fue limitada. Solo dos de los hijos de Estefanía hicieron acto de presencia: Louis Ducruet, acompañado de su esposa, y Camille Gottlieb, quien acaparó todas las miradas. La joven rindió homenaje a su abuela Grace Kelly con un vestido que evocaba el que la actriz lució en La ventana indiscreta.
Este contraste fue interpretado por algunos asistentes como un reflejo de relaciones familiares frágiles. Lo que parecía un choque discreto, se percibió como una distancia que va más allá de una agenda ocupada.
Tensiones familiares: el evento de la Cruz Roja desvela la situación actual
La relación entre los tres hermanos Grimaldi —Alberto, Carolina y Estefanía— siempre ha estado en el punto de mira. Según diversas fuentes, Estefanía mantiene una conexión más cercana con Alberto, mientras que Carolina está más distanciada. Las hermanas, Carolina y Estefanía, tampoco suelen coincidir más allá de sus compromisos oficiales, dejando entrever que su relación no es especialmente cercana.
Por su parte, los hijos de Estefanía, Louis, Pauline y Camille, están muy unidos entre ellos y llevan una vida activa en Mónaco. Por otro lado, los descendientes de Carolina, Andrea Casiraghi y Pierre Casiraghi, viven más alejados y mantienen un perfil más discreto, sobre todo Andrea, que reside en Suiza.

Fuentes cercanas a la Casa Real confirman una noticia sobre la princesa Carolina
Fuentes próximas a la familia Grimaldi finalmente confirman lo que ya se intuía. Según estas fuentes, uno de los principales motivos del distanciamiento entre el príncipe Alberto y su hermana Carolina es la influencia de Charlene. La princesa, sin buscarlo directamente, habría provocado tensiones que han afectado negativamente la relación entre ambos hermanos.
Además, se deduce que esa tensa atmósfera se ha transmitido a la siguiente generación. Los hijos de Carolina parecen haber adoptado instintivamente una distancia hacia sus primos y hacia la familia real activa en el principado.
Esta información, que hasta ahora quedaba en el terreno de la rumorología, ha sido corroborada por quienes conocen desde dentro las dinámicas familiares. Un testimonio desde el corazón de Mónaco supone que el distanciamiento no solo es emocional, sino que ha arraigado.