La presencia de Amelia Bono en el tanatorio de la M-30 en Madrid generó una sorpresa inesperada. Su llegada coincidió con la despedida al veterano actor Manolo Zarzo, fallecido recientemente a los 91 años. Sin embargo, la hija del exministro José Bono dejó claro que su visita no tenía relación con el célebre intérprete.
Muchos medios pensaban que Amelia se había desplazado hasta allí para arropar a la familia Zarzo. La confusión aumentó cuando fue vista entrando en el edificio justo cuando se concentraban conocidos del mundo del cine y la televisión. La verdad era otra, y fue la propia Amelia quien lo confirmó de forma escueta.
Cuando se le preguntó si venía a apoyar a los familiares del actor, Amelia respondió de forma clara: "No, no. Yo vengo por otra cosa". Evitó ofrecer más explicaciones a los reporteros apostados en la puerta del tanatorio.
Su actitud fue discreta, y solo agradeció brevemente el interés con un "nada, nada. Gracias, chicos".
El revuelo en la entrada del tanatorio fue notable debido a la coincidencia de rostros conocidos. Muchos pensaron que Amelia tenía algún vínculo con la familia Zarzo, algo que finalmente quedó descartado. Su asistencia se debía a una causa completamente distinta y de carácter privado.
No han trascendido detalles sobre la persona a la que Amelia fue a despedir. La empresaria prefirió guardar silencio y mantener el tono respetuoso que ha caracterizado sus apariciones públicas. Como es habitual en ella, evitó protagonismos innecesarios y se centró en su despedida íntima.
Su declaración fue breve pero efectiva para aclarar el malentendido. En apenas unas palabras, zanjó cualquier especulación sobre su relación con el actor fallecido. Con gesto serio y paso decidido, entró en el recinto sin hacer más comentarios.
Amalia Bono y Manuel Martos tienen muy buena relación
Amelia Bono, además de ser hija del expresidente José Bono, es conocida por su historia personal junto a Manuel Martos. El hijo del cantante Raphael y la empresaria estuvieron casados durante más de una década. Aunque se separaron en 2021, siguen manteniendo una excelente relación.
La ex pareja ha demostrado en múltiples ocasiones que anteponen la armonía familiar. Tienen cuatro hijos en común, y tanto Amelia como Manuel han mostrado que su vínculo sigue siendo fuerte. Incluso tras la ruptura, han compartido vacaciones y eventos familiares con total normalidad.
Este tipo de gestos siempre despiertan interés en la prensa y entre sus seguidores. La cordialidad que mantienen es poco habitual entre exmatrimonios mediáticos. Esa estabilidad personal se refleja también en la manera en que Amelia gestiona situaciones públicas como la vivida en el tanatorio.
Aunque no suele ser protagonista de escándalos ni polémicas, Amelia Bono suele aparecer con frecuencia en la crónica social. Su estilo de vida, su trabajo como influencer y su cercanía con personalidades conocidas hacen que su nombre no pase desapercibido. A pesar de ello, ella prefiere mantenerse al margen del ruido mediático.
Su perfil es el de una mujer independiente, centrada en su familia y sus proyectos personales. En los últimos años, ha reforzado su presencia en redes sociales, donde comparte retazos de su día a día. Siempre desde un tono amable y cuidadoso, sin entrar en terrenos personales que puedan generar especulación.
Por eso, su aparición en un tanatorio tan mediático causó tanta confusión. La coincidencia con el fallecimiento de un actor tan querido como Manolo Zarzo fue, sin duda, un hecho fortuito. Pero también sirvió para mostrar una vez más el carácter reservado de Amelia.
Su capacidad para controlar lo que se sabe de su vida privada ha sido una constante. Pese a tener un apellido conocido y haber estado unida a una familia tan mediática como la de Raphael, Amelia ha conseguido mantener su espacio. Esa discreción ha sido clave para construir una imagen pública equilibrada.