Buckingham Palace ha recibido una información que podría acabar con los planes del rey Carlos III. El padre del príncipe Guillermo acaba de descubrir que existe una escasez de faisanes que pone en riesgo una de las tradiciones de los Windsor. La caza de estas aves es una costumbre navideña en la Familia Real británica, que se celebra cada 26 de diciembre en Sandringham.
Carlos III, defensor de la naturaleza, enfrenta el dilema de mantener la tradición o priorizar la conservación de la especie. Las enfermedades, los depredadores y las restricciones en la importación de aves desde Europa, han mermado considerablemente la población autóctona. Por todo ello, el rey Carlos III se niega a seguir con la tradicional caza navideña de no resolverse esta situación en los próximos meses.

El rey Carlos III paraliza a todo Buckingham Palace
Buckingham Palace se ha visto paralizado por una última hora que pone en riesgo una de las tradiciones más arraigadas en Reino Unido. La Familia Real británica es muy fiel a continuar con las costumbres y ahora el rey Carlos III podría marcar la diferencia.
El rey acaba de descubrir que existe una escasez de faisanes que limitaría considerablemente su tradicional caza navideña. En los últimos meses, diferentes factores han contribuido a que el número de estas aves haya descendido considerablemente. Carlos III, como defensor de los animales y amante de la naturaleza, se enfrenta a un dilema: cazar o preservar la especie.

En este marco, el rey ha decidido no seguir con la tradicional caza si en los próximos meses la situación no experimenta un cambio positivo. La caza de faisanes en el Reino Unido implica la liberación de millones de aves cada temporada, muchas de las cuales no sobreviven. La finca de Sandringham es la única donde los faisanes se crían y cazan en el mismo lugar sin necesidad de añadir especies de fuera.
Por ello, Carlos III ha mostrado preocupación por el medio ambiente y se replantea alternativas más sostenibles a la caza tradicional. Fuentes cercanas a Buckingham Palace afirman que el rey está “devastado” por tener que renunciar a una de sus tradiciones familiares.
Buckingham Palace más cerca que nunca de perder una de sus tradiciones
La cancelación de la caza de faisanes podría marcar un cambio significativo en las costumbres reales. El rey Carlos III tiene una actitud comprometida con la protección del medio ambiente y esto ha puesto en riesgo esta costumbre de los Windsor.
Su decisión de no traer aves de fuera y criarlas de manera silvestre como respeto a la naturaleza ha contribuido a la escasez de faisanes. Las enfermedades y los depredadores han favorecido a que, poco a poco, su número se haya reducido de manera considerable.

Además, hay que resaltar que, de un tiempo a esta parte, esta práctica de la Familia Real se ha ganado muchos detractores. Los activistas británicos han alzado la voz para criticar la cacería y, sobre todo, que participen menores en ella.
Buckingham Palace se encuentra en una situación complicada y el rey Carlos III se debate entre dos opciones. Su deseo de continuar con la tradición es muy fuerte, pues se trata de un evento de gran importancia para la Familia Real. No obstante, su pasión por la naturaleza y su preservación ganan terreno y Carlos se niega a contribuir a la eliminación total de faisanes.
La decisión definitiva no tardará en llegar, aunque todo podría cambiar si la situación experimenta un cambio drástico. De no suceder, el rey Carlos III se niega a seguir adelante, cancelando por primera vez la tradición más arraigada de la monarquía británica.