Leonardo Dantés con gorra blanca que dice Leonardo A sonríe frente a la cámara mientras en la esquina superior derecha aparece una mujer rubia, Loly Álvarez con camiseta rosa dentro de un círculo rojo y un emoji de sorpresa.

Cambios en la vida de Loly Álvarez, la amiga de Leonardo Dantés que casi se arruina

Loly Álvarez reaparece tras años de silencio y sorprende con una etapa llena de ilusión, proyectos y reconocimientos

Loly Álvarez vuelve a ser noticia y no precisamente por uno de sus históricos enfrentamientos televisivos. La inolvidable amiga de Leonardo Dantés, icono televisivo de los 2000, ha reaparecido con fuerza tras años marcados por una dura batalla económica que casi la deja en la ruina.

Esta vez, Loly no alza la voz para reclamar nada, sino para celebrar una nueva etapa vital. Su historia, cargada de luces y sombras, ha recobrado interés gracias a un inesperado regreso mediático. ¿Qué ha cambiado en su vida y por qué su nombre vuelve a resonar con tanta fuerza?

Loly Álvarez con cabello rubio recogido en una coleta, vistiendo una blusa negra con puntos blancos, en un entorno con luces azules en Y ahora Sonsoles.
La transformación vital de Loly Álvarez tras superar su crisis económica | Atresmedia

Recordamos a Loly Álvarez, la amiga de Leonardo Dantés que casi se arruina

La trayectoria de Loly Álvarez ha sido, desde sus inicios, un vaivén de altibajos, popularidad explosiva y dramas personales. Se hizo famosa por reclamar que su voz estaba detrás del tema No cambié, éxito atribuido a Yurena. Desde entonces, no dejó de aparecer en televisión.

Formó parte del mediático universo del 'Tamarismo' junto a Leonardo Dantés, Tony Genil y Paco Porras. Su presencia en Crónicas Marcianas, la convirtió en una figura habitual del 'prime time' más bizarro. Su nombre era sinónimo de espectáculo, polémica y excentricidad, sin embargo, lejos de los focos, su vida escondía una realidad más amarga.

Años después de su apogeo mediático, la vida de Loly dio un giro inesperado y dramático. A partir de 2008 comenzó a enfrentarse a serios problemas económicos que casi le arrebatan su casa y su estabilidad emocional. "Tengo que hacer frente a una serie de pagos y a otros problemas y necesito 18.000 euros", confesó en su momento en Sálvame.

Desesperada por encontrar una solución, recurrió a Antonio Arroyo, un conocido prestamista con un historial repleto de causas judiciales por estafa. "Me exigía poner de garantía mi casa", explicó, aunque el préstamo, realizado ante notario, aparentaba ser legal, pero estaba lleno de irregularidades. "Escrituraron 45.000, aunque me dieron solo 18.000", detalló.

La escena fue surrealista: el dinero se lo entregaron dentro de una bolsa de supermercado y en billetes de 20 euros. Años después, le reclamaban una deuda de 75.000 euros. "Si a mí me engañan es porque en medio de todo esto hay un notario, y a mí lo que me dice un notario, yo me lo creo", relató Loly.

Fue en los juzgados cuando se dio cuenta de la magnitud del fraude. No estaba sola, ya que decenas de personas compartían su misma historia: todas habían sido víctimas del mismo estafador. El miedo a perder su chalet de Toledo, valorado en 270.000 euros, la mantuvo durante años en vilo, aunque finalmente pudo solucionarlo con el apoyo de amigos cercanos.

La serie Superestar devuelve la fama a Loly Álvarez

Ahora, tras años de silencio y lucha personal, Loly ha reaparecido públicamente con un discurso renovado. En una entrevista reciente a ABC, ha mostrado su lado más sereno, orgullosa de lo que ha vivido y de lo que está por venir. La razón de su regreso: el estreno en Netflix de Superestar, la serie de Nacho Vigalondo producida por Los Javis que rinde homenaje a los personajes más icónicos del fenómeno 'Tamarismo'.

"Estoy supercontenta, no podían hacer esa serie nadie que no fueran Los Javis", confiesa con entusiasmo. "Es la forma de darnos nuestro sitio en la historia de la televisión y que en aquella época no supieron valorar", añade. Con estas palabras, Loly se reconoce como parte de un movimiento que, pese a las críticas, dejó huella.

Lejos de renegar de su pasado, lo reivindica con claridad: "No me quejo, lo volvería a hacer. Porque el fin de cualquier artista es ser famoso y lo mío fue un fenómeno social", explica. A sus 54 años, Loly no tiene miedo de mirar atrás y asegura que, aunque lo haría de otra manera, no se arrepiente de nada.

Sobre aquellos años, recuerda cifras que hoy resultan difíciles de creer. "Podíamos llegar a facturar en una semana 4 o 5 millones de pesetas. En el programa en el que aparecía con las vendas tras mis operaciones estéticas me llegaron a pagar 8 millones de pesetas", comenta.

Además, ha aclarado que nunca ha despilfarrado ese dinero que ganó: "En mi chalet de Toledo y en vivir durante 25 años. Yo no he despilfarrado nunca ni un duro. También tengo una casa en la costa", explica.

Lejos del estereotipo de la 'friki' televisiva, Loly reivindica su profesionalidad: "Nos dejábamos la piel cada vez que íbamos a un plató. Dábamos más de lo que nos pedían, éramos puro show", afirma, indignada aún por cómo fueron tratados en determinados programas. "Recuerdo cuando nos empezaron a llamar 'basura' en el programa de Terelu Campos, ese tipo de cosas no las olvido", señala.

La nueva vida de Loly Álvarez

Actualmente, su vida ha tomado un rumbo esperanzador. "Sigo haciendo actuaciones, estoy grabando un nuevo disco, tengo proyectos para televisión… me siento una afortunada", asegura.

Además, el estreno de Superestar ha provocado una inesperada ola de interés por su figura. "Me están llamando para inauguraciones, para hacer pregones en fiestas… la verdad que sí estoy notando el subidón".

Loly ha pasado del olvido a un nuevo reconocimiento. Un reconocimiento tardío, pero merecido, que le devuelve la dignidad que el tiempo y los prejuicios le arrebataron. "Esto va a ser bueno para nosotros", sentencia con la seguridad de quien sabe que ha vuelto para quedarse.

La historia de Loly Álvarez es la de una superviviente que ha sabido reinventarse. Tras superar una estafa devastadora y años de silencio, hoy vuelve con fuerza y reconocimiento. Su vínculo con Leonardo Dantés y su lugar en la historia de la televisión parecen, por fin, haber encontrado el respeto que merecían.