Recientemente, el Vaticano volvió a convertirse en el escenario de un importante encuentro entre algunas de las figuras más destacadas de la realeza europea. El pasado domingo 18 de mayo, se celebró la misa inaugural del pontificado del Papa León XIV.
Un evento que reunió a líderes y representantes de distintas naciones y principados. Entre los asistentes se encontraban la princesa Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto II, quienes representaron a su casa real en esta significativa ceremonia.
León XIV recorrió la plaza conduciendo el icónico Jeep que usaba su antecesor. Durante el trayecto, se detuvo en varias ocasiones para saludar de cerca a los fieles que asistieron a presenciar este evento histórico.

La Casa Real de Mónaco rompe el silencio sobre la princesa Charlene
Tras varios días de discreción, la Casa Real de Mónaco ha decidido compartir detalles del encuentro entre Charlene y el Papa León XIV. A través de sus redes sociales, han difundido imágenes del encuentro, acompañadas de un mensaje que subraya la importancia del momento.
"Retorno en imágenes al encuentro de Sus Altezas Serenísimas el Príncipe Alberto II y la Princesa Charlene con Su Santidad el Papa León XIV durante la misa inaugural de su pontificado, que tuvo lugar el pasado domingo en la Plaza de San Pedro en el Vaticano", han comunicado.
Este gesto pone fin a la discreción que había rodeado la presencia de la princesa Charlene en la ceremonia. Marcando un paso significativo en la comunicación oficial de la Casa Real monaguesca.
La publicación no solo destaca la relevancia del encuentro, sino también el compromiso de la familia real con eventos religiosos. Este gesto pone de manifiesto su dedicación a aspectos espirituales que forman parte importante de su legado y responsabilidades.

Charlene y Alberto de Mónaco y su encuentro con el Papa León XIV
La participación de Charlene y Alberto en este acto reafirma el vínculo que la monarquía de Mónaco mantiene con la Santa Sede. Una relación histórica y respetuosa que continúa vigente en la actualidad.
Al mismo tiempo, este evento se suma a la lista de momentos en que la realeza europea ha acudido al Vaticano. Estas visitas reflejan la estrecha relación histórica entre las casas reales y la Santa Sede, así como el respeto que mantienen por las tradiciones religiosas.
No cabe duda de que la misa inaugural del Papa León XIV fue una ceremonia religiosa de gran importancia. La confirmación del encuentro entre Charlene y el nuevo pontífice ofrece una muestra más de esta unión y del papel que la Casa Real de Mónaco sigue jugando.