El 'caso Rubiales' sigue generando opinión pública. Primero, el beso sin consentimiento, después las polémicas declaraciones y, ahora, el encierro de su madre. Son muchos las personas que se han quedado en choque después de los actos de Rubiales, y que siguen dando su opinión a través de las redes sociales.
Sonia Ferrer, una de las periodistas más destacadas de nuestro país, se ha sumado a la opinión pública. La catalana ha querido opinar y decir la suya, igual que muchos de sus compañeros.
«¿Sabéis qué nos hacen en momentos de ira?»
La presentadora dio su punto de vista sobre el beso sin consentimiento de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en los actos de entrega de medallas de la final del Mundial. El mensaje de la presentadora fue claro y conciso:
«Los que nos meten mano y fuerzan besos en momentos de euforia, ¿sabéis qué nos hacen en momentos de ira?», escribió en su perfil.
Un mensaje que tuvo mucha repercusión, ya que ha recibido más de 28.000 mil me gusta y varios comentarios. «Tuit para enmarcar», «Este tweet debería estar en un museo» o «Brava», fueron algunos de los comentarios que recibió la presentadora.
Pero mientras gran parte de sus seguidores aplaudían el mensaje publicado, otros le recordaban que había sido portada en la revista 'Interviú'. Por eso, varios años después y aprovechando la ocasión, la presentadora aclaró, por fin, por qué hizo aquella portada.
«Fue chantaje»
La catalana ha respondido a todos aquellos que querían girarle la situación, y no se ha cortado ni un pelo. «Aclaremos de una vez. Esa portada fue el resultado de un CHANTAJE», indicó la presentadora.
«"Unas fotos bonitas sin enseñar nada y a cambio no publicamos este robado en toples que te hemos hecho" (también se veía mi madre). Práctica muy habitual en esa época (2007)», detalló.
«Que no habría ningún problema si hubiese querido hacerlo sin mediar chantaje, pero lo hubo», detalló la presentadora.
Sin duda, una confesión que pilló por sorpresa a muchos de sus seguidores, los cuales no dudaron a enviarle mensajes con muestras de apoyo.
«Doble barbaridad. Una, las fotos que te han obligado a hacer. Dos, que alguien (anónimo, para variar) te juzgue por esas fotos». «Toda mi solidaridad, y espero que la de la enorme mayoría de gente», ha recibido por parte de un seguidor.