El Festival Internacional de Cine de San Sebastián abre sus puertas hoy con la presencia de grandes nombres del séptimo arte. Entre las grandes protagonistas de esta edición se encuentra Angelina Jolie, que ha viajado a Donostia para presentar su última película. La actriz acude a San Sebastián con Couture, dirigida por Alice Winocour.
El certamen donostiarra ha vuelto a brillar con su tradicional alfombra roja, donde la actriz estadounidense acapara todas las miradas. Su llegada no solo refuerza el peso internacional del festival, también coincide con la atención mediática que despiertan unas declaraciones recientes sobre su vida personal.
Una estrella en San Sebastián
Angelina Jolie se ha convertido en una de las protagonistas de esta 73 edición del Festival de Cine de San Sebastián. Su participación se enmarca en la Sección Oficial, donde Couture compite por la Concha de Oro. La película explora la vida de tres mujeres en la Semana de la Moda de París, en un contexto de lujo y tragedias personales.
La actriz interpreta a Maxime Walker, una cineasta estadounidense que se enfrenta a un diagnóstico de cáncer. El papel tiene un marcado trasfondo dramático que conecta con la sensibilidad de Jolie en sus últimos trabajos. El reparto lo completan Anyier Anei, Ella Rumpf y Louis Garrel, conformando una propuesta de gran proyección internacional.
El público del Kursaal ha recibido con expectación la llegada de Jolie, que ha demostrado su cercanía con los seguidores que aguardaban a las puertas. Su presencia en Donostia confirma que el festival continúa atrayendo a los rostros más influyentes de la industria.
Una confesión que vuelve al primer plano
Al mismo tiempo que presenta su nuevo proyecto, la actriz vuelve a ocupar titulares por unas declaraciones del pasado. Jolie reconoció en una entrevista que, cuando conoció a Brad Pitt en el rodaje de Sr. y Sra. Smith, tenía de él una imagen muy distinta a la que después descubrió. Confesó que la prensa había moldeado una idea errónea del actor, y que conocerlo personalmente fue “una gran sorpresa”.
En aquella conversación, la actriz describió cómo la complicidad con Pitt surgió de manera inesperada. “Terminamos haciendo todas estas locuras juntos y encontramos una amistad y una conexión que simplemente apareció”, recordó. También explicó que fue su hijo Maddox quien, al llamar “papá” a Brad, marcó un antes y un después en la historia de la pareja.
Lo que en su momento relató con naturalidad hoy la incomoda. Según fuentes cercanas, Jolie se siente avergonzada de aquellas palabras porque la realidad actual dista mucho de esa imagen. La relación de Pitt con sus hijos es prácticamente inexistente, lo que contrasta con la imagen del actor que describió en aquel momento.
El contraste con su presente personal
El eco de esas declaraciones regresa justo cuando Jolie está centrada en sus proyectos profesionales y en el cuidado de su familia. La actriz compagina su carrera con un papel activo como activista y embajadora humanitaria. La distancia con Brad Pitt es hoy evidente, y la falta de vínculo del actor con sus hijos ha marcado un antes y un después en su vida.
Que estas palabras resurjan durante su paso por San Sebastián ha añadido un matiz inesperado a su presencia en el festival. Aunque la actriz evita referirse directamente al tema, los medios han recordado la contradicción entre su relato de hace años y la situación actual. Este contexto ha devuelto el foco a su vida personal en un momento de celebración cinematográfica.