El estreno de la mayoría de edad de Lamine Yamal no ha pasado desapercibido. El joven talento del FC Barcelona celebró su 18 cumpleaños en una fiesta secreta llena de lujo y sorpresas. Sin embargo, no todo fue glamour.
La celebración terminó envuelta en polémica. La Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Displasias Esqueléticas con Enanismo denunció que se habían contratado "personas con enanismo" como parte del entretenimiento. Un hecho que ha generado varias críticas.
Confirman el rumor familiar de Lamine Yamal y su madre
En medio de la polémica, el foco ha vuelto a situarse sobre el entorno que ha acompañado a Yamal desde sus inicios. En particular, destaca la figura de Sheila Ebana, su madre, una pieza clave en su equilibrio personal y profesional.
Sheila es un pilar fundamental en la vida del futbolista; su discreción contrasta con el auge mediático de Lamine. Criada en Guinea Ecuatorial, Sheila llegó a España siendo aún joven, y en Cataluña formó la familia que vio nacer al ahora estrella del deporte.
Aunque su matrimonio con Mounir Yamal duró poco después del nacimiento de Lamine, ambos han mantenido una relación cordial en beneficio del jugador. El comienzo en el fútbol de Yamal requirió sacrificios por parte de su madre.
Para apoyar su pasión, Sheila solicitó un cambio en su trabajo en McDonald's en una zona más cercana al CF La Torreta. Más adelante, dejó la restauración y se formó como profesional de la educación infantil, trabajando en una guardería.
Sheila Ebana es un pilar fundamental para Lamine Yamal
Con el éxito de Lamine Yamal, Sheila ha ganado notable presencia en redes sociales. En este contexto, acumula más de 200.000 seguidores en Instagram y casi 1,5 millones en TikTok. No obstante, mantiene un perfil reservado, compartiendo sobre todo momentos familiares con sus hijos.
Su entrada en la esfera pública ha sido progresiva y siempre desde la contención y el cariño. El nacimiento de su segundo hijo, Kenay, fruto de su relación con su actual pareja, ha reforzado aún más el entorno emocional del futbolista.
Lamine Yamal ha reconocido en entrevistas la influencia decisiva de su madre: "Tengo buen recuerdo de mi infancia. Siempre le digo a mi madre que le agradezco mucho porque con lo difícil que lo tenía ella, me hizo no ver nada malo".
"Yo a lo mejor no tenía la mejor infancia del mundo, pero mi madre hacía que yo no viera nada, solo lo bonito". La lealtad de Sheila Ebana hacia su hijo ha sido señalada por muchos como uno de los factores fundamentales de su precocidad y estabilidad emocional.
En medio de la controversia que ha rodeado la celebración del cumpleaños de Lamine Yamal, destaca el papel de su madre, Sheila Ebana. Lejos de los focos y del ruido mediático, ella ha sido el sostén que ha acompañado su evolución personal y deportiva con discreción y entrega.