El príncipe Harry y Meghan Markle se han propuesto criar a sus hijos bajo unos valores distintos a los que marcaron su propia infancia. Ambos conocen las dificultades de crecer rodeados de protocolos y cámaras. Por eso trabajan para que Archie y Lilibet disfruten de una vida más sencilla y equilibrada.
Esa idea se refleja tanto en la educación que reciben como en las actividades que practican. La pareja selecciona cuidadosamente dónde y cómo participan sus hijos. Recientemente, una de esas elecciones ha revelado un aspecto llamativo de la rutina del pequeño Archie.

Meghan Markle, de nuevo en el foco
Tras meses de discreción, Meghan Markle ha decidido volver con fuerza al primer plano público. Lo ha hecho con un docureality para Netflix titulado Con amor, Meghan, en el que muestra una versión personal de su día a día. La duquesa ha acompañado este regreso con publicaciones constantes en redes sociales.
En esas publicaciones aparecen escenas familiares en las que también están presentes Harry y sus hijos. Sin embargo, la pareja mantiene su decisión de no mostrar los rostros de Archie y Lilibet. Esa reserva no ha impedido que los seguidores encuentren detalles ocultos en cada fotografía.
Uno de esos detalles llamó especialmente la atención en la última imagen compartida. Archie lucía la equipación de un exclusivo centro deportivo de California. Esa pista fue suficiente para descubrir el nuevo gasto que los Sussex asumen en la educación de su primogénito.

El dineral que Harry invierte en su hijo Archie
Archie acude a la GB Soccer School, una academia de fútbol de prestigio en California. Allí se ofrecen entrenamientos, torneos, prácticas y campus durante las vacaciones. Sus programas están dirigidos a formar a jóvenes futbolistas en un entorno profesional y altamente competitivo.
Los precios confirman que se trata de un centro exclusivo. El coste básico, con entrenamientos semanales, ronda los 300 euros por trimestre. Las opciones más completas, que incluyen partidos y torneos, superan los 1.100 euros por semestre.
Se desconoce cuál de los planes han elegido Harry y Meghan, pero no hay duda de que el desembolso mensual es elevado. La elección tampoco es casual: el fútbol es parte esencial de la cultura británica. Con ello, los duques buscan acercar a Archie a sus raíces paternas.

Un gesto en un momento clave
El gasto en la formación deportiva de Archie coincide con un periodo personal importante para Harry. El duque de Sussex regresará a Reino Unido para asistir a los premios WellChild Awards, una cita solidaria que lleva años en su calendario. Será también una oportunidad para reencontrarse con su familia.
Medios como el Daily Mirror apuntan a que podría producirse una reunión privada con el rey Carlos III. No habrá fotografías ni declaraciones, ya que la prioridad es mantener la intimidad. Se trataría de un encuentro discreto destinado a abrir la puerta a una futura reconciliación.
La apuesta de Harry por invertir en la educación de Archie transmite un mensaje claro. El príncipe quiere garantizar oportunidades a su hijo y, al mismo tiempo, mantener el vínculo con sus raíces. Un gesto que combina su papel como padre con su deseo de encontrar equilibrio entre dos mundos.

