La emoción ha invadido a la familia real danesa durante su primer viaje oficial a las islas Feroe desde que Federico ascendió al trono. La reina Mary, luciendo el tradicional traje feroés y unos llamativos mitones negros, ha sido una de las grandes protagonistas. Pero ha sido su hija pequeña, la princesa Josefina, quien ha dado un paso simbólico muy relevante al acompañarles en esta cita histórica.
La familia ha sido recibida este miércoles en la capital Tórshavn con un clima invernal, pero eso no ha frenado el entusiasmo del pueblo feroés. Mary de Dinamarca ha vestido con orgullo su traje típico, mientras su esposo, el rey Federico, también lucía el atuendo masculino correspondiente. Ambos han sido fieles a la tradición, dejando clara su cercanía con la región autónoma del reino danés.

Josefina, sin embargo, ha sido la excepción en cuanto al vestuario, pues no ha llevado un traje típico. Esto se ha debido a que el suyo, recibido en 2018 cuando tenía solo siete años, ya no le queda bien tras la adolescencia. La joven princesa ha preferido ropa moderna, pero manteniendo la armonía cromática con sus padres, lo que ha sido visto como un guiño elegante y respetuoso.
La reina Mary y la princesa Josefina, cercanas y cómplices en una visita llena de simbolismo
La reina Mary ha completado su vestimenta con mitones negros, una elección inusual pero funcional ante las bajas temperaturas. El tejido tradicional del traje da calor, pero carece de guantes, lo que ha obligado a la reina a buscar una solución práctica. Gracias a estos mitones, ha podido mantener el estilo y, a la vez, protegerse del clima extremo sin perder libertad en las manos.
Durante la recepción en Tinganes, la reina ha recibido una pulsera de plata, elaborada por artesanos locales, como símbolo del linaje feroés. Para colocársela, ha retirado con naturalidad su mitón, provocando sonrisas entre los presentes. Este gesto ha mostrado tanto cercanía como respeto hacia sus anfitriones, y ha reforzado su imagen de reina cercana y espontánea.

El regalo al rey Federico ha sido igualmente simbólico: unos gemelos que representan la herencia cultural de las islas. Ambas piezas fueron confeccionadas por la casa Niels L. Arge, famosa por su artesanía y legado familiar. Con estos obsequios, se ha sellado una conexión emocional y diplomática entre la corona y la región autónoma.
Una guía firme y una mirada nueva: la reina Mary y Josefina comparten protagonismo en Feroe
La presencia de Josefina no ha sido parte de la agenda oficial, lo que ha despertado la curiosidad de los medios. Se ha especulado que la razón detrás de su participación ha sido una diferencia en el calendario escolar con su hermano mellizo Vincent. Al estudiar en centros distintos, parece que ella ha tenido más flexibilidad para viajar.
Pese a la informalidad de su participación, la princesa se ha mostrado cercana, sonriente y entusiasta durante todos los actos. Su actitud ha sido recibida con cariño por el pueblo feroés, que ha sentido a la familia real más próxima que nunca. Muchos interpretan esta visita como una oportunidad para que Josefina se vaya familiarizando con los deberes reales.
En definitiva, este viaje ha sido mucho más que una visita institucional: ha representado un gesto de compromiso, tradición y apertura hacia el futuro. Mary ha vuelto a demostrar su carisma natural, mientras Josefina ha dado sus primeros pasos públicos con madurez. Dinamarca, emocionada, ha asistido al nacimiento de una nueva generación en acción.