Marta Sánchez con vestido claro y collar brillante posando frente a un fondo urbano desenfocado

Entramos en el casoplón de Marta Sánchez en Madrid: obras de arte y un barrio de lujo

Descubrimos la espectacular casa de Marta Sánchez en Madrid, donde arte, diseño y recuerdos llenan cada rincón

Marta Sánchez ha convertido su casa en Madrid en mucho más que un hogar. El arte, el diseño y los recuerdos personales se combinan para dar forma a un espacio lleno de vida. Su residencia refleja la evolución de una artista que ha sabido reinventarse dentro y fuera del escenario.

Antes de regresar a España, Marta Sánchez vivió durante años entre Miami y otras ciudades del extranjero por motivos personales y profesionales. Fue en 2018 cuando decidió instalarse de forma definitiva en Madrid, buscando estabilidad y cercanía con sus raíces. Desde entonces, su casa no solo es su residencia, sino también un reflejo de su nueva etapa: un espacio de calma y conexión consigo misma.

Marta Sánchez con un vestido rojo está siendo entrevistada por Europa Press frente a un fondo con logotipos de varias marcas.
Una casa que habla del alma de Marta Sánchez | Europa Press

Un entorno exclusivo a la altura de su estilo de vida

La casa de Marta Sánchez está ubicada en el barrio madrileño de Hortaleza, una zona residencial que ha ganado prestigio en los últimos años. Desde su regreso definitivo a España en 2018, reformó por completo su vivienda.

Hoy, su casa es un reflejo de su personalidad: luminosa, moderna y con alma. Este distrito combina tranquilidad, seguridad y buenas conexiones con el centro de la ciudad. Es un lugar cada vez más elegido por artistas, empresarios y familias que buscan privacidad sin renunciar al confort urbano.

El vecindario destaca por sus amplias zonas verdes, modernas urbanizaciones y servicios de alta calidad. La artista ha encontrado aquí el equilibrio perfecto entre naturaleza, diseño y vida cosmopolita. Su hogar no solo refleja su gusto personal, sino también la elegancia discreta del entorno en el que ha decidido establecerse.

El arte, protagonista absoluto de la casa

En la casa de Marta Sánchez, las obras de arte no son un simple complemento, sino las grandes protagonistas de la decoración. Cada pieza ha sido escogida personalmente por la cantante, apostando por creadores emergentes y estilos vibrantes. Esta selección convierte su vivienda en una galería viva que refleja su personalidad artística.

Entre los nombres más destacados está Ricardo Cavolo, cuya estética colorista encaja a la perfección con el estilo pop y emocional que inunda el hogar. Las paredes están repletas de cuadros que no solo decoran, sino que cuentan historias y transmiten sensaciones. Marta ha confesado que necesita rodearse de arte para sentirse conectada con su mundo interior.

Además de pintura, en su casa también hay esculturas, fotografías artísticas y objetos decorativos con valor sentimental. El equilibrio entre lo moderno y lo nostálgico está muy presente en cada rincón. Incluso en los espacios más funcionales, como la cocina o los pasillos, hay detalles visuales que despiertan emociones.

Una mezcla cuidada de estilos y recuerdos

La cocina refleja el gusto de Marta por lo moderno con toques retro. Los electrodomésticos actuales se combinan con vajillas vintage y detalles decorativos llenos de carácter. Una lámpara de neón en forma de corazón aporta un aire rebelde y personal.

En el dormitorio principal predomina una paleta de tonos suaves. Blancos, grises y beiges dan calma al espacio, mientras un mural abstracto se convierte en el centro visual. A su lado, lámparas de diseño y mesillas flotantes completan un ambiente de descanso y estilo.

Uno de los rincones favoritos de Marta es el porche cubierto que conecta con el jardín. Con sofás de mimbre, cojines de colores y faroles oscuros, es perfecto para reuniones o lecturas tranquilas. Es en este espacio donde la artista se relaja lejos del bullicio.

Un jardín con memoria familiar

El jardín cuenta con un árbol muy especial para la cantante. Se trata de un magnolio plantado por su padre el mismo día que estrenó la vivienda. Hoy, ese árbol representa un vínculo emocional fuerte y simbólico con su figura paterna.

Según contó en una entrevista, Marta siente que su padre sigue presente gracias a ese magnolio. Bajo su sombra, ha pasado momentos de reflexión, descanso y conexión con sus raíces. Es un rincón cargado de recuerdos y de paz personal.

Toda la vivienda está pensada como un refugio que mezcla arte, diseño y emociones. Cada mueble, cuadro o lámpara tiene un significado profundo. A sus 59 años, Marta ha construido un espacio que habla de quién es y cómo quiere vivir.