Hoy se respira auténtica alegría en la Casa Real. Y el motivo no es otro que un paso significativo dado por la princesa Leonor, tanto a nivel institucional como personal. Ella ha protagonizado un momento histórico al atracar en Ceuta a bordo de la fragata Blas de Lezo, en la que está embarcada como parte de su formación en la Armada.
Este gesto no ha pasado desapercibido. Primero, porque es la primera visita que realiza a la ciudad autónoma. Y segundo, porque se ha convertido en el primer miembro de la Familia Real en visitar aquella desde 2007, lo que confiere a su presencia una enorme carga simbólica.
Se trata, sin duda, de una jornada con un valor especial para la Corona y para la ciudad de Ceuta. Pero también para los vecinos del lugar que ven en este acto una reafirmación del compromiso institucional con el territorio.
La Casa Real, feliz, por la presencia de la princesa Leonor en Ceuta
La llegada de la princesa Leonor a Ceuta ha sido todo un acontecimiento. Aunque la ceremonia ha resultado sobria, el momento ha estado cargado de simbolismo. La fragata ha atracado esta mañana en el puerto al ritmo del pasodoble La Banderita, pieza habitual en los actos castrenses españoles.
La visita tiene un gran peso político y simbólico. No solo porque supone el primer paso de Leonor en tierras ceutíes, sino también porque ningún miembro de la Casa Real pisaba aquellas desde 2007. En aquel momento, quienes estuvieron allí fueron los ahora reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía.
Esta nueva presencia de un miembro de la Familia Real reafirma la unidad del país. Y, al mismo tiempo, pone en valor el papel de la princesa como futura jefa del Estado.
Por razones de seguridad y debido a la especial sensibilidad diplomática con Marruecos, el acceso al muelle ha sido restringido para los medios de comunicación. Incluso las autoridades locales, invitadas a una breve recepción a bordo, han recibido instrucciones de no tomar fotografías bajo ningún concepto.
Tras desembarcar, Leonor ha sido trasladada en caravana militar hasta el acuartelamiento de García Aldave. Allí ha participado en un tradicional Sábado Legionario, una ceremonia interna y solemne. Su presencia en este tipo de actos reafirma su implicación en la formación castrense y su cercanía con las Fuerzas Armadas.
La formación militar de la princesa Leonor avanza con firmeza
La princesa Leonor está culminando su año de formación en la Armada a bordo de la citada fragata, uno de los buques insignes de la flota española. Esta etapa forma parte del plan trazado por la Casa Real para que la heredera pase por los tres ejércitos: Tierra, Armada y Aire. De ahí que, en septiembre, continuará su instrucción en la Academia del Aire de San Javier, en Murcia.
Durante su estancia en la fragata, la princesa está compartiendo camarote, maniobras y rutinas con el resto de guardiamarinas. Su papel no está siendo simbólico, sino real. Participa en ejercicios, se forma en navegación y vive el día a día como una más.
La escala en Ceuta forma parte de una ruta más amplia por diversas ciudades portuarias españolas. Pero su paso por la ciudad autónoma tiene un matiz distinto, dado el peso histórico y geopolítico de este territorio. La presencia de la heredera al trono ha sido interpretada como un mensaje de unidad, de respaldo institucional y de cercanía con los ciudadanos ceutíes.