Francisco Rivera y Lourdes Montes han vivido un giro inesperado en sus vidas debido a que ambos han atravesado momentos delicados en los últimos meses. Se han escuchado rumores de crisis debido a unas declaraciones de Lourdes que sorprendieron a muchos. En ellas, confesó que Fran no se implicaba tanto como padre con su hijo Nicolás como lo había hecho con sus otros hijos.
Esa confesión ha generado muchas especulaciones debido a que se ha hablado de distanciamiento. Se ha puesto en duda la estabilidad de la pareja. Sin embargo, los últimos acontecimientos han dado un vuelco total a la situación.

Este viernes, Francisco Rivera y Lourdes Montes han reaparecido en El Rocío y lo han hecho con la Hermandad de Triana y han llegado al vado del Quema. Uno de los pasos más simbólicos del camino. Allí, se ha notado algo distinto en ellos debido a que han brillado, han sonreído y han compartido gestos de cariño constantes y se han mostrado más unidos que nunca.
Fran Rivera y Lourdes Monte han dado un giro de 180º a los rumores sobre su relación
Se han dado la mano durante todo el recorrido, se han regalado miradas profundas y se han besado con ternura. Las imágenes han sido claras y han demostrado que el amor entre ellos sigue intacto. Que, a pesar de las dificultades, han encontrado la armonía familiar.

Desde el nacimiento de Nicolás, el pasado 9 de abril, todo ha cambiado. Han redescubierto su amor, han recuperado la complicidad y han decidido vivir este momento con gratitud. Por eso, han tomado una decisión firme como familia.
Han acudido juntos a la romería de El Rocío y lo han hecho para dar las gracias. Para mostrar su fe y su agradecimiento a la Virgen: “Muchísimo que agradecer”, ha dicho Fran con una gran sonrisa. “Muchísimo, muchísimo, Nicolás, los niños… La verdad es que dando gracias y disfrutando mucho”, ha confesado.
Fran Rivera y Lourdes Montes han pedido por el bien de su familia
La emoción ha estado presente en cada palabra, en cada gesto y en cada paso. La familia ha vivido este momento como una celebración. Como un renacer.

Lourdes y Fran han dejado claro que su prioridad es la familia. Que han superado los altibajos. Que están más fuertes que nunca.
Y que han querido estar juntos en un día tan especial. Un gesto de amor, de fe y de unidad. Un auténtico giro de 180º en sus vidas.