El Palacio de Buckingham ha sido el foco de las miradas de todos los seguidores de la monarquía británica. Se convirtió en el epicentro de un evento social único, con una atmósfera cálida y llena de expectativa. En cada rincón del jardín se respiraba historia y tradición, mientras la familia real comparte un espacio lleno de emoción.
En el palacio se ha celebrado una de las actividades más esperadas del año. El jardín real se transformó en un escenario perfecto para celebrar el compromiso con la comunidad. Este evento refleja los valores de la monarquía y la cercanía con aquellos que han destacado en diversas áreas.

Un encuentro inesperado que conquistó el corazón de Camila
Cuando la reina Camila llegó al evento, su amor por los animales se hizo evidente. Al ver a un perro guía llamado Haworth, acompañado de su dueña, Jeanette Binns, la reina no dudó en acercarse. "Bueno, es un gran honor para mí conocerlo", expresó la Reina, visiblemente emocionada al acariciar al perro.
Binns, no pudo contener su entusiasmo: "Es el primer perro guía que conoce a la reina", comentó. La dueña también bromeó: "Se excedió un poco. Sabe cómo impresionar", un momento que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

El estilo real y el glamour de Carlos III y Camila
La reina Camila, como siempre, deslumbró con su estilo. Lució un vestido azul verdoso de Christian Dior que combinaba a la perfección con un delicado broche de diamantes y turquesas. Esta joya histórica fue usada anteriormente por la reina Isabel II y ha sido testigo de momentos conmovedores.
Este broche de turquesa es el que usaba la reina Isabel II al pronunciar el discurso de 2020 durante la pandemia. En ese momento, la monarca emitió palabras conmovedoras, las más recordadas son: "Volverán días mejores".

El broche, un regalo de bodas a la reina María en 1893, aportó un toque de historia al look de la reina Camila. Fue un momento de música y cultura, participaron las bandas de la Guardia Galesa y del Centro de Entrenamiento de Comandos de la Marina Real. Interpretaron canciones de musicales clásicos, creando una atmósfera de lujo y sofisticación.

Carlos III mantiene un evento de tradición con algunos ausentes
Cada año, las fiestas en el jardín del Palacio de Buckingham reúnen a una multitud diversa. En esta actividad se disfruta de más de 27.000 tazas de té y 20.000 sándwiches y pasteles. Este evento se mantiene desde la época de la reina Victoria y se ha convertido en un emblema de la tradición real, con 30.000 personas asistentes cada año.
Este año, la fiesta contó con la presencia de los miembros más importantes de la familia real. Sin embargo, los grandes ausentes de esta actividad, han sido el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle. A pesar de la emotividad de la celebración, Carlos III mantiene la distancia por los últimos acontecimientos protagonizados por Harry.
La próxima fiesta será el 20 de mayo. La gran pregunta es si para esa fecha se habrá logrado la reconciliación entre el príncipe Harry, Carlos III y toda la familia real.