El rey Carlos y la reina Camila han sorprendido a todos al anunciar qué han hecho en su vida privada. En plena lucha contra la enfermedad, el rey británico contribuye con esta decisión a los rumores sobre su persona: está haciéndose de oro.
La reina Camila no ha podido, sino animar a su esposo con esta idea que promete generar debates y numerosas reacciones. Sea como fuere, el plan ya se ha llevado a cabo pese a que, incluso, podría perjudicar al príncipe Guillermo.
El rey Carlos y la reina Camila hacen algo que promete cambiar sus vidas
El matrimonio formado por el rey Carlos y la reina Camila está dando mucho de qué hablar en los tabloides británicos. A las polémicas familiares, se le une ahora un nuevo escándalo que guarda relación con la última determinación tomada por la pareja.
El paso que el rey Carlos y la reina Camila han decidido dar en su vida privada es alquilar la residencia propiedad de Isabel II. De esta manera, la pareja ha decidido rentabilizar otra pieza del vasto patrimonio personal de Sandringham. La operación convierte en alquiler vacacional una vivienda históricamente ligada a Isabel II, antaño utilizada por su jardinero jefe en la finca de Norfolk.
El precio anunciado ronda las 5.153 libras semanales, equivalente aproximado a 6.500 euros. Bautizada como The Gardens House en los listados de lujo, la propiedad ofrece alojamiento para ocho huéspedes, con cuatro dormitorios y tres cuartos de baño.
El enfoque comercial recae en la agencia especializada Oliver’s Travels, encargada de posicionar la casa dentro del mercado de estancias en propiedades históricas británicas. Sandringham es una de las residencias privadas del rey, heredada dentro del patrimonio personal familiar y gestionada separadamente de los palacios financiados con fondos públicos.
Por lo que las ganancias vinculadas a ese alquiler semanal, irán destinados a aumentar las arcas privadas del rey y de la reina Camila. Así las cosas, al mes, el matrimonio ganaría alrededor de 26.000 euros.
Esa naturaleza privada otorga flexibilidad al rey para explorar fórmulas de ingresos que alivien gastos de mantenimiento sin cargar directamente al contribuyente británico. No obstante, para muchos se trata de una nueva vía por la que el rey Carlos y la reina Camila se están haciendo de oro a costa de su reinado.
El rey Carlos y la reina Camila alquilan la casa de Isabel II
Desde su coronación, Carlos ha impulsado una estrategia más proactiva: abrir espacios, diversificar usos, introducir iniciativas ambientales y monetizar activos infrautilizados de la finca. La decisión de sacar partido a la antigua vivienda de Isabel II encaja con una pauta más amplia de optimización económica.
Entre la población británica, cada movimiento financiero de la Corona se examina con lupa de la transparencia, la moderación del gasto y la justicia distributiva. Esta decisión del rey Carlos y la reina Camila llega después de polémicas discusiones sobre retribuciones a miembros de la familia.
De hecho, el rey se subió el sueldo, algo que no parece haber sido suficiente teniendo en cuenta que alquila la propiedad de su madre. La decisión está ya tomada y la lujosa casa ya se está anunciando. Quienes reserven The Gardens House experimentarán una proximidad a la historia: paseos por senderos reales, arquitectura eduardiana y el aura persistente de la difunta reina.
Ganancias extraordinarias aparte, hay que señalar que este paso de Carlos y Camila puede afectar de lleno a Guillermo. Como heredero, el alquiler semanal de la propiedad de su abuela puede acarrearle inconvenientes en el futuro, dado que forma también parte de su herencia.
Sea como fuere, parece que el rey Carlos y la reina Camila no han consultado a Guillermo su decisión y la han llevado a cabo. De esta manera el aumento de las arcas privadas del matrimonio es algo irremediable.