Johnny Depp ha reconocido públicamente la decisión definitiva de su hija Lily-Rose: quiere ser actriz. El actor ha confesado que ha asumido esta realidad con una mezcla de orgullo y preocupación. Tras años de mantenerse algo al margen, ha terminado por aceptar que su hija ha elegido este camino por convicción propia.
En una reciente entrevista con The Times, Depp ha reflexionado sobre los años que pasó en el sur de Francia con su ex, Vanessa Paradis. Allí crecieron sus hijos, lejos de los focos de Hollywood, en un ambiente más pausado y artístico. Esa etapa ha quedado grabada como un refugio emocional que ahora contrasta con el presente.

Lily-Rose, hoy con 26 años, ha protagonizado ya varios proyectos, como The Idol o la nueva versión de Nosferatu, que recibió elogios de la crítica. Johnny Depp ha asegurado sentirse orgulloso, incluso cuando la exposición mediática ha sido intensa, como ocurrió con las escenas explícitas de la serie. Sin embargo, también ha admitido que no era ese el futuro que había deseado para ella inicialmente.
Johnny Depp advierte sobre cuál es el precio de la fama, pero respeta la decisión de Lily-Rose
A lo largo de la entrevista, Depp ha compartido un consejo que repite a quienes le preguntan cómo entrar en la industria. “No lo hagas”, dice sin rodeos, recordando cuánto le ha costado mantener su autenticidad en un entorno tan volátil. Su advertencia no viene del pesimismo, sino de la experiencia acumulada durante más de cuatro décadas bajo los focos.
Pese a sus advertencias, Johnny ha revelado que no se ha interpuesto en la decisión de su hija: “Ve a por ello. Pero no dejes que nadie elija por ti”, comenta. Al final, reconoce que Lily-Rose ha tomado su propio rumbo, y eso, aunque lo inquiete, también lo conmueve.

Johnny Depp lo intentó, pero Lily-Rose tiene claro su destino
Depp también ha reflexionado sobre su complicada relación con la fama. Asegura que casi no sale en público porque su presencia atrae una atención que no desea. “Aún no me acostumbro y me alegro por ello”, afirma, como si conservar esa incomodidad fuera su forma de mantenerse con los pies en la tierra.
La decisión de Lily-Rose de seguir los pasos de sus padres en el mundo del cine no ha sido improvisada, sino meditada. Johnny Depp ha terminado por reconocerlo: su hija ha heredado la vocación, pero también la fuerza para trazar su propio destino. Aunque el camino sea difícil, la puerta está abierta y la decisión, tomada.