A comienzos de los años 90, Julia Otero ya se había consolidado como una de las figuras más influyentes del periodismo español. Su talento, carisma y dominio de los formatos tanto en televisión como en radio la habían convertido en un rostro imprescindible para la audiencia.
A la par, su vida privada comenzaba a ocupar espacio en los medios. Especialmente su relación con el también periodista Ramón Pellicer, entonces presentador de informativos en la televisión autonómica catalana.

Julia Otero se casó con Ramon Pellicer
Aunque ambos mantenían un perfil discreto fuera de los focos, su creciente popularidad alimentó durante un tiempo ciertos rumores. Esas especulaciones apuntaban a una posible crisis en su relación, algo que generó un notable interés mediático en aquella época.
En 1991, en una entrevista concedida a la revista Lecturas, Julia Otero decidió romper su silencio. Con total claridad, abordó las especulaciones que tanto estaban dando que hablar en los medios.
La periodista, que por entonces presentaba el programa La Ronda en TVE, no dudó en hablar abiertamente sobre el impacto que tuvieron los rumores. Admitió que no lo estaba pasando bien con los comentarios malintencionados.

"Lo he pasado mal con los rumores de mi crisis. Cuando salían especulaciones sobre mi matrimonio me ponía fatal. En cambio Ramon se lo ha tomado siempre con más sentido del humor", declaró.
Sin embargo, esa diferencia de actitud entre ambos se hizo evidente también en sus respuestas públicas. Mientras que Julia se mostró más abierta y dispuesta a desmentir la información, Pellicer fue escueto y tajante cuando se le preguntó al respecto.
"Paso de lo que se dice de mi crisis", fue su contundente respuesta, con la que quiso cerrar el tema sin entrar en más valoraciones. Julia Otero, por su parte, prefirió quitarle hierro al asunto con cierta ironía:
"Los rumores sobre mi crisis son tan divertidos como los rumores sobre mis propiedades inmobiliarias. A mí me han llegado a decir que tengo casas en Vilassar, en Teià, en Sant Feliu de Codinas... sin ser verdad", comentó entre risas.

Julia Otero decidió hablar sin tapujos
Aquel episodio, lejos de debilitar su imagen pública, reforzó el carácter firme y transparente de Julia Otero. Una profesional que nunca ha tenido miedo de alzar la voz para defender su verdad.
Su manera de abordar los rumores, combinando franqueza y sentido del humor, no solo sirvió para desmentir especulaciones. Además, le permitió marcar una distancia clara entre su vida privada y su carrera profesional.
Tres décadas después, sus palabras siguen siendo un ejemplo claro de cómo la elegancia y la inteligencia pueden imponerse al ruido mediático. A día de hoy, su respuesta continúa siendo una lección de templanza frente a la exposición pública.