En la educación de sus hijos, los príncipes de Gales están apostando por un enfoque que combina la tradición británica con una visión moderna. Un ejemplo perfecto de esta filosofía se refleja en la alimentación de la princesa Charlotte confirmada por su madre, Kate Middleton.
Lejos de la imagen clásica de los niños que solo disfrutan de platos sencillos, Charlotte ha demostrado desde pequeña un paladar aventurero y curioso. La princesa siente auténtica pasión por sabores poco habituales para su edad, una faceta que su madre no ha dudado en compartir.
Kate Middleton confirma lo que nadie esperaba sobre Charlotte
Durante una visita a una escuela en 2019, Kate sorprendió a todos al revelar un detalle poco conocido sobre su hija. "Mis hijos tienen pozos sin fondo. Me siento como una máquina de alimentación constante", bromeó ante los presentes.
Más allá de esta divertida confesión, la princesa de Gales desveló que Charlotte es una gran amante de las aceitunas. Un alimento que suele despertar cierto rechazo entre los más pequeños.

Esta preferencia no es solo una anécdota simpática. Y es que las aceitunas, ricas en ácidos grasos, benefician la salud intestinal y ayudan a mantener el equilibrio del organismo. Un hecho que encaja perfectamente con la filosofía de alimentación que los príncipes inculcan a sus hijos.
Pero las aceitunas no son el único capricho gastronómico de la princesa Charlotte. Siguiendo el ejemplo de su madre, la pequeña ha desarrollado un especial gusto por el curri, un plato lleno de sabor y especias.
En casa, aunque se prioriza el consumo de productos naturales y frescos, también hay espacio para pequeños placeres como la clásica pasta con queso. Una receta que la hija del príncipe Guillermo adora.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton lo tienen muy claro
Kate Middleton siempre ha defendido una educación nutricional basada en el equilibrio, sin prohibiciones estrictas. De hecho, ha sido vista en varias ocasiones adquiriendo bolsas de gominolas para sus hijos, demostrando que en su familia no se demonizan los dulces.
Gracias a esta combinación de curiosidad, variedad y sensatez, Charlotte está creciendo con una alimentación muy influenciada por la dieta mediterránea. Así, la pequeña princesa no solo hereda la elegancia de su madre, sino también su apetito por conocer el mundo.