El episodio de este miércoles en La Promesa nos trae uno de los momentos más emotivos y humanos vividos hasta ahora con Santos. Interpretado con sutileza por Manu Imizcoz, el joven se abre en canal y confiesa una verdad que llevaba mucho tiempo escondida. Lo hace en una conversación íntima con Ricardo, quien será testigo de una revelación inesperada y profundamente dolorosa.
Desde su primera aparición, Santos ha sido un personaje enigmático, atrapado entre la lealtad familiar y sus propias convicciones. En el capítulo de hoy, esa tensión interna por fin encuentra una vía de escape. ¿Qué le confesará a Ricardo que cambiará por completo su manera de ver el pasado?

Manu Imizcoz llega al límite en La Promesa y revela una herida que aún no ha cicatrizado
La secuencia comienza con un diálogo sincero, sin máscaras ni evasivas. Santos, que hasta ahora había mantenido su dolor bajo control, decide compartir con Ricardo un episodio que lo marcó profundamente: la manipulación que sufrió por parte de su madre, Ana. En sus palabras se percibe la rabia contenida, el resentimiento acumulado y, sobre todo, la necesidad de ser comprendido.
Aunque trata de mostrarse sereno, sus ojos delatan la emoción. A medida que va desgranando los recuerdos, Santos deja al descubierto una herida que nunca terminó de cerrar. Habla de la vergüenza que sintió al dejarse arrastrar por los planes de Ana y de la culpa que aún lo persigue.

Pero su confesión no se detiene ahí. Con voz entrecortada, reconoce que también guarda un rencor silencioso hacia Pía, a quien responsabiliza, en parte, de haber fracturado su núcleo familiar. Esta acusación no nace del odio, sino de la frustración: para Santos, la intromisión de Pía fue el golpe final de traiciones y desencuentros.
El resto de tramas de La Promesa que amplifican la emoción y la tensión en la finca
Mientras Santos se sincera con Ricardo, otros personajes de La Promesa protagonizan escenas cargadas de tensión, esperanza y deseo de cambio. En el taller, Manuel, Enora y Toño celebran el éxito técnico de su motor, lo que da paso a nuevos planes para el futuro. Sin embargo, la mirada ausente de Manuel delata que su mente aún está en otro lugar.
Enora lo percibe con claridad. Observando su actitud, entiende que el corazón de Manuel sigue unido a Jana. Aunque trata de aceptarlo con madurez, la joven no puede evitar sentirse desplazada, dejando entrever un posible conflicto emocional a corto plazo.

Por otro lado, Rafaela da señales de mejoría tras recibir atención médica por parte del valiente doctor Guillén. Catalina y Adriano, aliviados por la recuperación de la pequeña, se sienten con más fuerza que nunca para plantar cara al barón de Valladares. Su unión, consolidada por la adversidad, los posiciona como un frente de resistencia dentro de la finca.
Pero no todo es esperanza, ya que la desaparición repentina de Samuel pone en alerta a María Fernández y Petra. Ambas emprenden una búsqueda desesperada, temiendo que algo grave haya ocurrido. La tensión se palpa en cada rincón del palacio, mientras los minutos pasan sin noticias del joven.

En paralelo, Petra protagoniza un nuevo desencuentro con Cristóbal Ballesteros, el mayordomo recién incorporado. Aunque el hombre mantiene una conducta impecable, su carácter rígido y su actitud intransigente generan incomodidad en el servicio. Petra, acostumbrada a otros ritmos y normas, no duda en enfrentarse a él, anticipando un nuevo foco de conflicto.
Curro y Ángela continúan su investigación sobre los negocios ocultos del capitán de la Mata. A pesar de sus dudas, Curro acepta finalmente que Ángela lo acompañe en su búsqueda. Su compromiso inspira respeto, pero también un temor creciente ante los peligros que podrían surgir.
Por último, Leocadia recibe una propuesta de Lorenzo que la deja descolocada. En su intento por limpiar la imagen de Ángela tras el escándalo, el capitán le ofrece un plan arriesgado que podría revertir la situación… o empeorarla aún más.

El episodio de hoy de La Promesa deja al descubierto una de las heridas más profundas de Santos, interpretado por Manu Imizcoz. Su confesión, cargada de emociones, redefine el rumbo del personaje y añade complejidad a su historia. ¿Conseguirá liberarse del pasado o este rencor marcará su destino en la finca?