Mónaco necesita más que nunca una renovación. Mientras los eventos como el Baile de la Rosa siguen marcando la agenda social, el enfoque de la familia Grimaldi está comenzando a cambiar.
Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, se perfila como el rostro de esta transición. Tomando decisiones que van más allá de los eventos glamurosos para aportar un toque fresco y dinámico al futuro del principado.

Se confirma la mejor noticia para Carolina de Mónaco
Mónaco ha sido durante años el centro de atención de la jet-set. De esta manera, los miembros de la familia Grimaldi han mostrado un interés renovado por revitalizar el papel del principado en la escena internacional.
Pierre Casiraghi ha tomado las riendas de este cambio. Con una vinculación al deporte y una conexión con la tradición monegasca, el hijo de Carolina de Mónaco mantiene vivo el legado familiar. Además, se involucra en actos que podrían dar a Mónaco una nueva relevancia.
Un claro ejemplo fue su participación en la reciente entrega de premios del E-Prix de Mónaco. A pesar de ser un evento de menor envergadura en comparación con el Gran Premio de Fórmula 1, el compromiso de Pierre fue evidente.

En su impecable traje gris, subió al podio para entregar el premio al ganador, Oliver Rowland. Su participación fue una muestra del interés de la familia Grimaldi en fortalecer eventos que, con el tiempo, podrían ser cruciales.
El hijo de Carolina de Mónaco empieza a destacar
Pierre Casiraghi ha demostrado ser un firme defensor del deporte, en especial aquellos que implican cierto riesgo, como la vela o las carreras. En su última aparición, estuvo presente en la inauguración de la temporada de carreras de motor en Mónaco junto a su tío Alberto.
Además, Pierre se está preparando para participar en la exigente The Admiral's Cup. Un reto náutico que se celebrará este verano, lo que demuestra su continuo compromiso con el deporte de élite.

El compromiso de Pierre con causas globales va más allá de la pista de carreras. En 2019, cruzó el Atlántico junto a Greta Thunberg en un velero impulsado por energía solar. Un gesto que refleja su profundo interés por el medio ambiente y el futuro del planeta.
A través de su discreción y dedicación, Pierre y su esposa Beatrice Borromeo se están convirtiendo en piezas clave para el futuro de Mónaco. Con la mirada puesta en preservar el legado de sus abuelos está dando forma a una nueva etapa para el principado.