Meghan Markle ha compartido recientemente una imagen en Instagram que muestra a su esposo disfrutando de un momento familiar con sus hijos. Esta publicación se produce poco después de la controvertida entrevista de Harry con la BBC, en la que criticó de nuevo a la familia real. Con esta publicación, Meghan asesta un golpe a Carlos III haciéndole ver la vida familiar y feliz que mantienen fuera de Reino Unido.
Sus publicaciones en redes sociales y apariciones públicas proyectan una vida idílica, alejada de la polémica con su familia política. Lo llamativo de esta última acción de Markle es que se produce tras las declaraciones de Harry contra la Casa Real británica. Unas declaraciones que, como ha trascendido, ha dinamitado por completo cualquier oportunidad de acercamiento.

Meghan Markle asesta un golpe a Carlos III
Una nueva guerra se ha desatado entre Meghan Markle y el Palacio de Buckingham. Mientras que Harry dinamitó todo acercamiento con su última entrevista, su esposa ha jugado sus cartas. Su principal víctima ha sido Carlos III, a quien ha asestado un golpe inesperado y certero en plena confrontación que reaviva el conflicto.
Lo que ha hecho Meghan ha sido presumir de armonía familiar con una imagen de Harry junto a sus dos hijos. Una bonita y estupenda estampa familiar que no resultaría llamativa si no se hubiera producido tras las declaraciones del hijo menor de Carlos. La foto parece ser un intento de Meghan por proyectar una imagen de vida familiar feliz y estable en medio de la polémica.
A través de redes y apariciones públicas, ha exhibido momentos de felicidad familiar, bienestar personal y éxito profesional sin preocuparse por la reciente controversia mediática. Este comportamiento, calculado o espontáneo, proyecta un mensaje claro: ella está centrada en su presente californiano, al margen del drama de la familia real.
No es casualidad que estas publicaciones coincidan con días turbulentos para los Sussex, sugiriendo una estrategia comunicativa enfocada en contrarrestar la polémica con imágenes positivas. Sin embargo, algunos expertos consideran que esta postura de Meghan no ayuda al proceso de reconciliación entre Harry y su familia en Reino Unido.
Meghan Markle presume de familia mientras que Carlos III afronta su peor momento
La imagen de la vida perfecta que Meghan traslada contrasta con la situación compleja que vive la familia real británica. Sobre todo, por la salud de Carlos III, quien todavía continúa en tratamiento por el cáncer que le diagnosticaron hace más de un año. El rey afronta su peor época con una salud deteriorada y sus hijos más distanciados que nunca.
La última entrevista de Harry ha hecho que Guillermo y Kate rompan de manera definitiva todo intento de acercamiento. Por lo que los expertos están convencidos de que no habrá ninguna reconciliación futura.

Este escenario parece no afectarle a Meghan quien es la única de la familia que parece disfrutar de su retiro en Estados Unidos. Mientras Harry desea acercar posturas, su esposa no contribuye con este tipo de publicaciones donde presume de familia feliz. Ella ha elegido mantenerse al margen de las declaraciones, pero sus actos sí hablan: su prioridad es proteger su entorno, no abrir puertas a Londres.
La decisión de mostrar una imagen de felicidad plena, sin considerar el contexto familiar, resulta cuestionable. La aparente indiferencia hacia las consecuencias de las declaraciones de Harry ha generado cierto malestar. Especialmente porque Carlos III lleva sin ver a sus nietos varios años y no parece que esta situación vaya a cambiar próximamente.
Meghan ha demostrado que no hace falta verter declaraciones para hacer daño y con una simple imagen ha asestado el golpe definitivo al rey. Un golpe donde más duele y con el que hace perdurar la guerra entre las dos familias.