En ocasiones, la moda en la realeza no solo se convierte en una herramienta de elegancia, sino también en un espejo de la historia. Camila, conocida por su estilo discreto, ha sorprendido al adoptar un look que muchos no han podido evitar comparar.
Estamos hablando de un estilismo icónico de la reina Isabel II. Sin embargo, la decisión de Camila ha provocado una serie de críticas. Y es que algunos consideran que esta elección es un intento innecesario de replicar la figura de su suegra.
Nadie esperaba lo que ha hecho Camila con la reina Isabel II
El evento que desencadenó esta polémica fue la conmemoración del 80 aniversario del Día de la Victoria. En esta ocasión, la reina Camila se presentó con un conjunto de azul eléctrico que rápidamente captó la atención de los presentes.
El look, que consistía en un vestido tipo abrigo de manga larga con cuello estilo camisa, se caracterizaba por su corte midi. A diferencia de sus usuales elecciones, que tienden a ser más clásicas, el azul eléctrico fue un color vibrante que resaltaba su presencia.
Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue solo el color, sino los detalles que recordaban a los estilismos de la difunta reina. Uno de los puntos más comentados fue el uso de un sombrero con ala ligeramente inclinada, similar al que Isabel II lució en ocasiones anteriores.
El vestuario de la reina Camila llamó mucho la atención
Además, la monarca aderezó su atuendo con accesorios como unos pendientes de piedra azul y un broche en el cuello, otro guiño a las costumbres de la realeza. No obstante, algunas críticas han apuntado que Camila había copiado un look de la reina Isabel II.
No hay duda de que la monarca se destacó por su variedad de colores. La reina Isabel II, en su momento, combinó su abrigo azul con un vestido blanco con flores moradas y verdes, lo que le dio un toque de frescura y distinción.
Este contraste no pasó desapercibido para muchos observadores, que creen que la elección de Camilla podría haber sido más original. La elección estilística de la reina Camila ha generado una mezcla de opiniones.
Por un lado, algunos consideran que la monarca ha aportado un toque moderno a un evento tradicional. Por otro lado, creen que su atuendo ha sido demasiado cercano a un estilo que ya pertenece a la historia de la Casa Real británica.