En un día que quedará grabado en la memoria de los amantes del tenis, Rafa Nadal cerró un capítulo brillante de su carrera. Para sorpresa de muchos, en medio de la emoción y las lágrimas, fue su pequeño Rafa Jr. quien se robó la atención con su sonrisa constante.
El homenaje a Rafa Nadal, siete meses después de anunciar su retirada, se convirtió en una celebración de la carrera de un deportista legendario. El hijo del tenista estuvo en el centro de todas las miradas, disfrutando en brazos de su madre Mery Perelló.

Nadie puede dejar de reír con lo que ha hecho el hijo de Rafa Nadal
A lo largo de la jornada, Rafa Jr. mostró una ilusión que contagiaron a todos los presentes. Mientras su padre se despedía de sus seguidores desde la pista, el pequeño no paró de sonreír, compartiendo risas con su madre y observando con atención cada instante.
Cuando Rafa Nadal terminó su emotivo discurso, caminó hasta donde estaba su familia y tomó en brazos a su hijo. De esta manera, padre e hijo recorrieron la emblemática tierra batida, mostrando una espontaneidad que enterneció a la multitud.
El pequeño, completamente sorprendido por la cálida ovación del público, se llevó las manos a la cabeza en un gesto espontáneo que reflejaba su asombro. Fue una imagen llena de ternura y autenticidad que quedará grabada para siempre en la memoria de todos.
Rafa Jr. fue el gran protagonista del evento
Pero Rafa Jr. no solo fue protagonista por su ternura; también se convirtió en el alma de un encuentro histórico entre leyendas del tenis. Junto a Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray, el niño disfrutó de una divertida interacción, chocando las manos con cada uno.
Mientras tanto, Mery Perelló, visiblemente emocionada, acompañó en todo momento a su hijo y a su marido, y no pudo contener las lágrimas. Rafa Nadal dedicó unas palabras cargadas de cariño a su esposa, agradeciéndole el apoyo constante.
"Mery, eres mi mejor compañera de vida... Has estado siempre donde te he necesitado, apoyándome desde una posición no siempre fácil", expresó con la voz entrecortada. Al final del día, fue esa imagen familiar la que resonó con fuerza en el corazón de todos.
Rafa Jr., con su inocencia y alegría contagiosa, se convirtió en el símbolo perfecto de la continuidad y el futuro de una leyenda del tenis. Mientras tanto, París rendía un último y sentido tributo a uno de sus héroes: el gran Rafa Nadal.