El rey Carlos III ha vuelto a sorprender a todos con un nuevo giro por su faceta empresarial. Durante sus recientes vacaciones en Balmoral, el monarca ha decidido dar un paso importante y lanzar un negocio muy especial.
Aunque la vida del rey siempre ha estado llena de tradiciones y obligaciones, esta vez Carlos III ha apostado por un proyecto diferente. Pero, ¿qué hay detrás de esta novedad? La respuesta va mucho más allá.
La historia de Carlos III y su amor por los perros
El amor del rey por los animales, especialmente por sus perros, no es algo nuevo. Carlos III ha compartido su vida con varias mascotas, siendo Snuff, un lagotto romagnol, su primera perra en dos décadas. Antes, tuvo a Tigga, un Jack Russell que fue su fiel compañero durante 18 años.
Su esposa, la reina Camila, también ha demostrado un gran compromiso con los animales. Solo este año, rescató a Moley, un cachorro mestizo de ocho semanas que llegó a la familia real desde un refugio londinense. Esta sensibilidad hacia los animales es una constante en la vida del monarca.
Esta pasión por las mascotas se refleja claramente en la creación de esta nueva línea de productos. Carlos III ha logrado convertir su amor personal en un proyecto empresarial que mezcla tradición, cariño y respeto por la naturaleza. Una faceta desconocida para muchos, pero que ya está conquistando a los amantes de los perros.
El nuevo proyecto empresarial del rey cuenta con el respaldo de la Casa Real
Según fuentes cercanas, el rey Carlos ha consultado a la Corona antes de tomar una importante decisión empresarial. Bajo el nombre Royal Dog Treats, ha presentado una gama de galletas artesanales para perros, hechas con ingredientes naturales y elaboradas en las cocinas del castillo de Balmoral. Este lanzamiento ha sido aprobado oficialmente por la Corona, lo que subraya la importancia del proyecto.
Es un producto 100% natural, horneado en pequeños lotes y pensado para cuidar a los "príncipes y princesas de cuatro patas". Con harina integral, huevo y caldo de pollo, las galletas buscan ofrecer calidad y cariño en cada bocado. Su precio, alrededor de 5 libras por una bolsa pequeña, muestra la exclusividad que acompaña a la marca.
Además de las golosinas, la colección Balmoral Pet incluye elegantes accesorios para perros, como collares, correas y hasta abrigos impermeables. El material utilizado para la ropa canina es "tweed escocés", un tejido tradicional que Carlos III ha admirado desde joven. Todo un lujo para las mascotas que refleja el estilo y la herencia británica.
El negocio real que va más allá de las galletas: la colección Balmoral Pet y su exclusividad
La colección Balmoral Pet no solo se limita a golosinas. Incluye una serie de accesorios que reflejan el estilo británico más clásico y elegante. Collares, correas y bolsas para premios llevan el escudo de armas real, un símbolo de distinción y prestigio.
Uno de los productos más llamativos es el abrigo impermeable para perros, confeccionado en tweed escocés. Este tejido ha sido un favorito del rey desde su juventud y ahora viste a las mascotas con un toque de sofisticación único.
Este emprendimiento también es parte de la estrategia para abrir el palacio a más visitantes y generar ingresos para mantener las propiedades reales. Con otros proyectos en Balmoral y Sandringham, como tours y productos gourmet, el rey Carlos muestra que sabe combinar tradición con negocio.
Con Royal Dog Treats y la colección Balmoral Pet, Carlos III deja claro que su interés por la conservación de tradiciones va de la mano con una visión empresarial moderna. Su apuesta por lo natural, artesanal y exclusivo fortalece la imagen de la Corona en un mundo cambiante.