Pablo Motos sorprendió a los espectadores de El Hormiguero al hablar de su vida privada, algo que casi nunca hace. El presentador confirmó por primera vez lo que piensa de su relación con Laura Llopis, con quien lleva casi treinta años. Lo hizo al reflexionar sobre lo difícil que puede ser convivir tanto tiempo y afirmar que, pese a lo que muchos creen, “es complicado” mantener un matrimonio estable.
El comentario surgió durante la visita de Pablo Alborán, en una conversación relajada sobre el amor y el paso del tiempo. Motos explicó que convivir tantos años requiere paciencia, flexibilidad y una buena dosis de autocrítica. Según dijo, una relación solo funciona si ambos aceptan los cambios “con mucha amabilidad” y están dispuestos a ceder.
El presentador insistió en que la gran mentira sobre las parejas es creer que convivir es fácil. Señaló que lo importante es ver cómo actúa cada uno después de una discusión, especialmente quién da el primer paso para arreglar las cosas. Así quiso desmontar la idea de un amor perfecto y mostrar una visión más realista basada en su experiencia.
La revelación llamó la atención porque Motos rara vez habla de su vida sentimental, lo que hace que cada detalle sea sorprendente. Recordó también que su boda con Laura fue muy discreta y sin presencia mediática, algo que ambos decidieron para proteger su intimidad. Contó que no invitaron a amigos ni compañeros porque querían algo sencillo, solo con sus familias.
Pablo Motos ha hablado claro
El presentador explicó que entraron al juzgado por la parte trasera para evitar a los paparazzi. Dijo que pasaron por salas poco habituales hasta llegar a la planta superior para casarse con tranquilidad. Para ellos, ese día fue especial por su sencillez y porque pudieron mantener su vida privada lejos del foco público.
Motos recordó además cómo comenzó su historia con Laura en los años noventa, cuando trabajaban juntos en la radio. Él era presentador y ella formaba parte del equipo de producción, y con el tiempo empezó a admirarla profundamente. Según contó, se enamoró de su inteligencia, su carácter y su forma de trabajar.
Aunque no tienen hijos en común, Motos mantiene una relación estupenda con las dos hijas que Laura tuvo antes. En una entrevista explicó que una trabaja como guionista y la otra en el área de atrezzo, y que siente un gran cariño por ambas. Siempre habla de ellas con afecto y destaca que son “muy buenas personas”.
Fuera de los platós, la pareja intenta disfrutar de momentos tranquilos para desconectar del ritmo de trabajo. Suelen hacer planes caseros, ir a tratamientos de belleza y compartir comidas con amigos como Nuria Roca y Juan del Val. Aun así, también tienen pequeñas manías que les generan roces.
Motos confesó que a veces habla demasiado alto en casa, una costumbre que arrastra de la televisión y que molesta a Laura. A él, en cambio, le inquieta que ella hable en voz alta sola, lo que a veces le hace pensar que le está grabando una cámara oculta. Pese a todo, su relación sigue siendo sólida y está basada en la complicidad, el respeto y la aceptación de que, como él mismo reconoce, convivir tantos años “es complicado”.