Pablo Urdangarin con expresión sorprendida en primer plano e Iñaki Urdangarin en un círculo rojo con un signo de advertencia.

Pablo Urdangarin cumple la promesa que le hizo a Iñaki Urdangarin después de 3 años

Pablo Urdangarin, clave en la transformación familiar que marcó un antes y un después tras el escándalo

La familia Urdangarin ha sido protagonista de una de las historias más mediáticas de la última década en España. Desde la separación de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, cada movimiento de sus hijos ha estado bajo la mirada pública.

En los últimos años, los hijos del exduque de Palma han atravesado una etapa de cambios decisivos. Entre partidos de balonmano, estudios en el extranjero y apariciones puntuales en actos públicos, han sabido mantener un perfil discreto pese a la expectación mediática. Hoy, el joven Urdangarin asume un papel clave al hacer realidad la promesa que le hizo a Iñaki hace ya tres años.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia paseando juntos por la calle
Ainhoa Armentia se mantuvo discreta mientras los hijos de Iñaki marcaban distancia | Europa Press

Una etapa marcada por el distanciamiento

Los primeros años tras la ruptura fueron especialmente duros para los hijos de la infanta Cristina. Juan, Pablo, Miguel e Irene afrontaron no solo la separación de sus padres, sino también la aparición de una tercera persona en sus vidas. El impacto mediático del escándalo añadió un peso adicional a esa transición.

En ese escenario, Ainhoa Armentia optó por mantenerse discreta. Evitó las apariciones públicas y confió en que el tiempo suavizaría las tensiones con los jóvenes. Su prioridad fue apoyar a Iñaki, sin invadir el espacio de sus hijos ni forzar situaciones incómodas.

A pesar de esas precauciones, la relación no fue sencilla en los inicios. Juan y Miguel se mostraron reacios, mientras que Irene adoptó una postura distante. Fue Pablo quien, con naturalidad, decidió dar un primer paso hacia el acercamiento.

Pablo Urdangarin con camiseta gris caminando al aire libre junto a un muro de piedra y vegetación
El hijo de Iñaki se ha consolidado como un apoyo esencial en esta nueva etapa | Europa Press

El papel fundamental de Pablo

Pablo siempre se ha mostrado como el más conciliador de los hermanos Urdangarin. Durante el proceso judicial de su padre, él asumió un rol mediático inesperado, con declaraciones prudentes que sorprendieron a la opinión pública. Ese mismo carácter equilibrado ha sido clave para tender puentes entre su familia y la pareja de Iñaki.

Hace un año, se produjo una primera muestra visible de ese acercamiento: Ainhoa asistió a un partido de balonmano de Pablo. El gesto fue interpretado como una señal de apertura y complicidad, al demostrar que compartía y apoyaba una de las grandes pasiones del joven.

Este fin de semana, la escena se repitió en León. En el partido del Granollers, tanto Iñaki como Ainhoa se sentaron en la grada para animar al jugador. La celebración deportiva quedó eclipsada por un detalle mayor: la relación entre Pablo y la pareja de su padre fluye con naturalidad.

Pablo Urdangarin, con camiseta negra y una mano en el pecho, en su vuelta a los entrenamientos con el Granollers
El gesto del joven marca un antes y un después en la vida familiar | Instagram, @BMGranollers

Una promesa cumplida

Según fuentes cercanas, Pablo le había prometido a Iñaki que, con el tiempo, intentaría aceptar a Ainhoa y facilitar su integración. Han pasado tres años desde que se conociera públicamente la relación y los gestos actuales confirman que ese compromiso empieza a hacerse realidad.

El hecho de que Pablo permita y normalice la presencia de Ainhoa en momentos importantes de su vida deportiva representa un paso simbólico. Es la constatación de que el joven ha decidido priorizar la estabilidad de su padre frente a rencores del pasado.

Esa postura ha marcado un antes y un después en la dinámica familiar. Aunque Juan y Miguel siguen algo distantes e Irene avanza con cautela, la actitud de Pablo marca el inicio de un camino hacia la reconciliación. Su rol puede ser determinante en que el resto de los hermanos sigan esa senda.