Un hombre con expresión seria y un niño sorprendido en un círculo rojo con signos de exclamación.

Podrían confirmarse los peores rumores sobre Louis: el príncipe Guillermo ya tiembla

Al príncipe Louis no le hace falta portar una corona ni pronunciar discursos solemnes para captar todas las miradas

Cuando un niño de siete años logra eclipsar uniformes militares, desfiles reales y la solemnidad de Buckingham Palace, está claro que tiene algo especial. El príncipe Louis no necesita discursos ni tronos para ser protagonista.

Y es que basta con una mueca, una carcajada a destiempo o un gesto burlón para que medio planeta hable de él. Y eso, en el seno de la Familia Real británica, no siempre es motivo de celebración.

Un grupo de personas vestidas formalmente saludando desde un balcón.
El príncipe Louis fue el gran protagonista de la jornada | Europa Press

Podrían confirmarse los peores rumores sobre el príncipe Louis

Durante los actos conmemorativos del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Louis volvió a dejar claro que no piensa ceder ni un segundo de espontaneidad. Su hermano George mantenía la compostura y su hermana Charlotte asumía su habitual papel de pequeña dama.

Sin embargo, el hijo menor de los príncipes de Gales gesticulaba y convertía el balcón del palacio en su propio escenario. Lo hizo con una soltura tan natural como alarmante para quienes leen entre líneas.

Y no es que la espontaneidad esté mal vista. Pero en una institución donde cada gesto se mide al milímetro, las travesuras de Louis se perciben como señales. Y es que ya se habla, casi en susurros, de una preocupación creciente.

El pequeño parece no terminar de comprender, o de aceptar, el lugar que ocupa en una maquinaria que no perdona salidas de tono. Su carisma arrollador y su desparpajo encantan al público, pero inquietan a los guardianes de la tradición. Y sobre todo, a su padre.

El príncipe Harry con gafas de sol bajando unas escaleras
¿Louis podría ser el futuro Harry? | Europa Press

El príncipe Guillermo ya tiembla

El príncipe Guillermo, cada vez más consciente de la presión que pesa sobre sus hijos, teme que Louis repita un patrón ya conocido en la historia reciente de la Casa Windsor. La sombra de su hermano Harry con su ruptura definitiva con la institución aparece inevitablemente.

Louis es todavía un niño. Tiene tiempo para moldearse, para asumir responsabilidades y para entender lo que significa nacer dentro de una de las monarquías más rígidas del mundo. Pero su perfil choca, de momento, con el de George y Charlotte, mucho más ajustados al guion.

¿Podría ser Louis el heredero involuntario de esa rebeldía que un día encarnó su tío Harry? De momento, nadie se atreve a asegurarlo con firmeza. No obstante, las comparaciones empiezan a cobrar fuerza.