Irene de Grecia y la reina Sofía con expresiones serias en un montaje fotográfico.

La princesa Irene, hermana de la reina Sofía, da el paso final: todo cambiará pronto

La princesa Irene vive en la Zarzuela desde hace tiempo, pero le ha comunicado a Sofía que quiere descansar en Grecia

La princesa Irene de Grecia ha comunicado recientemente una decisión que marca un antes y un después para su vida y también para la de su hermana, la reina Sofía. A sus 83 años y con un estado de salud delicado, ha expresado su deseo de regresar a Grecia para descansar allí de forma definitiva. Vive desde hace décadas en el Palacio de la Zarzuela, pero siente que ha llegado el momento de volver a sus raíces.

Este paso supone un cambio profundo para Sofía, ya que Irene es la única familia cercana que le queda en España. Desde que su madre, la reina Federica, falleció en 1981, ambas hermanas han vivido juntas, compartiendo una cotidianidad muy íntima. La relación entre ellas ha sido siempre muy estrecha, con una confianza y compañía que ahora se ve amenazada por esta inminente despedida.

Un grupo de personas mayores sale de un edificio y se dirige hacia un automóvil estacionado cerca.
La reina Sofía adora a su hermana Irene | Europa Press

La salud de la princesa ha empeorado notablemente en los últimos años. Ha experimentado un fuerte deterioro cognitivo y ha perdido gran parte de su movilidad, hasta el punto de que ya no aparece en público. Durante los últimos veranos, se la veía en silla de ruedas en Marivent, pero ahora ni siquiera puede hacer esas apariciones discretas.

La decisión de Irene no ha sido impulsiva, sino profundamente meditada. Su deseo de descansar en Grecia implica que quiere ser enterrada en su país natal, lejos de la Zarzuela. Este gesto ha conmovido a Sofía, que siempre ha considerado a su hermana como su principal sostén personal dentro de la vida institucional y familiar.

Todo cambiará para la reina Sofía

Para la reina emérita, esta partida será muy dura. Aunque cuenta con el apoyo de sus hijos y nietos, la presencia diaria de Irene ha sido su mayor consuelo desde hace más de cuatro décadas. Perderla implicará enfrentarse a una soledad mucho más visible y dolorosa dentro del palacio.

En la intimidad de la Zarzuela, la princesa Irene ha sido una figura clave para mantener el equilibrio emocional de Sofía. Tras años complicados dentro de la familia real, ella ha sido testigo de todas las crisis, alegrías y silencios. Ahora que se acerca el final de esta convivencia, todo cambiará para la reina.

Irene de Grecia y la reina Sofía vestidas de negro, Irene en silla de ruedas y Sofía de pie sosteniendo un bolso, con personas en el fondo. Tweet del 1 de agosto de 2024
La reina está pendiente de su hermana Irene | Twitter, @Josemn1_

También el rey Felipe VI se ha mostrado especialmente atento en estos momentos. Siempre ha tenido un profundo afecto por su tía, a quien considera una figura discreta pero muy importante dentro del entorno familiar. En los últimos meses, ha intensificado su presencia junto a ella, consciente de que se trata de una despedida lenta pero inevitable.

Según informa Monarquía Confidencial, en la Casa Real ya se están preparando para afrontar este proceso con la máxima delicadeza. Irene es muy querida por todos, y su marcha no solo afectará a su hermana, sino también al equilibrio familiar. Se busca evitar que Sofía quede completamente sola en un entorno cada vez más reducido para ella.

Desde hace años, la princesa Irene ha rechazado cualquier protagonismo público. Siempre ha preferido mantenerse al margen de la vida institucional, pero su papel dentro del ámbito personal de la reina ha sido fundamental. Esa contribución silenciosa es ahora más visible ante la posibilidad de su ausencia definitiva.

La princesa Irene quiere descansar en Grecia

En Grecia, su vuelta sería simbólicamente muy importante. Aunque pasó la mayor parte de su vida en el extranjero, siempre ha mantenido el vínculo con sus orígenes. Su deseo de ser enterrada allí responde a un gesto de nostalgia y a una voluntad de reconciliación con su país.

Irene de Grecia con cabello canoso y corto lleva una blusa con estampado azul y blanco mientras camina por la calle.
La princesa Irene de Grecia vive en la Zarzuela | Europa Press

La reina Sofía afronta así uno de los momentos más difíciles de su vida privada. Acostumbrada a contener emociones y a mantener la serenidad en público, esta vez se enfrenta a una pérdida que no podrá disimular. La marcha de Irene dejará un vacío irremplazable en su día a día.

El futuro inmediato estará marcado por esta transición emocional. La Zarzuela, un lugar ya silencioso, se volverá aún más introspectivo sin la presencia de la princesa Irene. La reina emérita, que ha pasado por muchas etapas solitarias, se adentra en otra de mayor intensidad personal.

En los círculos cercanos a la Casa Real se valora el papel silencioso y firme que Irene ha desempeñado durante décadas. Ha sido un pilar para Sofía, y también un símbolo de discreción y lealtad. Su despedida será triste, pero también digna, como ha sido toda su vida.

Todo indica que este será el último gran paso de la princesa, un adiós progresivo y sereno. No habrá comunicados oficiales ni actos institucionales para marcarlo. Pero dentro del entorno más íntimo de la Zarzuela, el cambio será total y definitivo.